domingo, 29 de abril de 2012

Malvinas

http://www.diarioelpeso.com/anteriores/2012/16042012/OPN_160412.php

[02-04-2012]
¡Qué forma de utilizar ciertos temas, para distraer la atención del pueblo! Algo que no ha quedado claro, y se le “achaca” a un ex presidente, que la toma de Malvinas, fue una decisión errada. Se le ha agregado que fue una resolución evaluada en una o varias “borracheras”. ¿Habrá sido cierto? Analicemos.

Inglaterra, siempre ha sido un imperio colonizante. Luego de la 2ª Guerra Mundial, comenzó a desprenderse de las colonias que iban alrededor de todo el globo. Se las fue “sacando” de arriba, pero cuando no hubo más remedio, les dio la independencia, por la fuerza de los patriotas de esos lugares. A las otras colonias, simplemente les dio la “independencia” y los integró como países del Commonwealth Británico de Naciones. Una manera, “elegante” de seguir manteniendo, en esos lugares, su poder de decisiones. Fueron incorporados a la Naciones Unidas y oh casualidad, casi siempre votan con la Madre Patria.

En un momento en que la recuperación de Malvinas, estaba en proceso, se rumoreó que Inglaterra tenía pensado, darle la independencia a las Falkland Islands. Entonces los reclamos de Argentina, hubiesen estado perdidos para siempre. Hubiese sido un ataque hacia un país independiente y no una colonia. ¿Por eso se habrá tomado esa decisión? Con el tiempo, se sabrá la verdad. Mientras tanto, se usa para politiquería.

Es lo mismo que los hebreros en Palestina. Leo, con horror, que justifican el haber desplazado a los palestinos, porque hace 1400 años AC, eso les pertenecía. Se trata de justificar, lo injustificable. ¿Y si los de raza negra dicen que todos los blancos se deben ir de África? ¿Y si los aborígenes de América, nos expulsan de estas tierras que le perteneció por miles de años? Estamos haciendo las cosas mal y tendenciosamente, según las necesidades políticas. Terminemos de una vez. “A lo pasado, pisado”

Atentamente
Ivonne Henrich
Pocitos MVD

jueves, 26 de abril de 2012

Otro rechazo por los vuelos

26/04/12 - Clarin

La integrante de la Asamblea Legislativa pro británica de las Malvinas, Sharon Halford, volvió a rechazar ayer la propuesta del gobierno argentino de reestablecer vuelos regulares entre el continente y el archipiélago, operados por Aerolíneas Argentinas. La propuesta la presentó el martes en el Foreign Office la nueva embajadora ante el Reino Unido, Alicia Castro, quien también pidió renegociar los acuerdos de pesca de los noventa.

Los familiares, en contra de la identificación de los caídos

Por María Arce

Se oponen a que se disponga una “pericia compulsiva” sobre los restos en Malvinas.

Cementerio de Darwin. Sepulturas de soldados argentinos caídos en las islas durante la guerra de 1982.
Imágenes del cementerio de Darwin. (María Arce)
Veteranos en el Cementerio de Darwin. Por Marcelo Larraquy y Andrés D'Elia.

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25/04/12 - Clarin

Mamás, papás, hermanos. Todos escuchaban atentos el discurso de Cristina Kirchner. Era el 2 de abril y la Presidenta encabezaba un acto por los 30 años de la guerra de Malvinas en Ushuaia. Allí, anunció que había enviado una carta al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para pedirle que mediara ante el Reino Unido para identificar a los caídos durante la guerra de 1982. Los familiares de los fallecidos se quedaron helados. Nadie los había consultado. Muchos no están de acuerdo.

“La Comisión expresó su sorpresa, su extrañeza y también su dolor porque no nos consultaron”, explicó César Trejo ex combatiente de Malvinas y apoderado de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, entidad que nuclea a 550 familias de los 649 muertos en la guerra.

Aunque la Comisión tiene a cargo el cuidado del cementerio de Darwin, nadie les preguntó. Ni siquiera tuvieron en cuenta que la Presidenta, por ley 2.6498/09, la reconoce como único referente y custodio de ese camposanto y de los restos que allí descansan. En respuesta, los familiares enviaron una carta al CICR explicando su postura y poniendo condiciones: se oponen a las pericias forenses compulsivas.

“El derecho a la identidad no está vulnerado en el cementerio de Darwin.

No hay una situación homologable a la de los desaparecidos.

Lo que hay son algunas tumbas que no están identificadas”, explicó Trejo.

Los familiares pidieron al CICR que la identificación de los 123 combatientes cuyas placas dicen “Soldado argentino sólo conocido por Dios” no avance hasta tanto se consulte a todas las familias. “Hay familias que manifestaron el deseo de ver la tumba de su ser querido identificada. Nos parece legítimo que la Comisión intente que se cumpla. Pero hay familias que tienen una voluntad contraria porque ya han construido su duelo”, dijo Trejo.

“Debemos respetar los deseos y necesidades espirituales de todas las familias que tienen sus hijos sepultados en Darwin”. Debido a que todos los restos serían peritados, es “insalvable” que haya “unanimidad”. “Si no estaríamos por el derecho de uno violando el derecho de otro”, subrayó Trejo.

“Pasaron 30 años. Yo ya enterré a mi papá. No quiero volver a enterrarlo”, dijo a Clarín la hija de un soldado. Una mamá de un ex combatiente agregó: “No todos estamos de acuerdo con remover los restos. Es remover el pasado. Es lo mismo si mi hijo está un metro más acá o uno más allá. Todos son nuestros hijos”. Pero otros precisan ver el nombre en una lápida. “Siento que es lo que me falta para dejar esta historia atrás”, confesó un familiar de otro soldado.

Un fuerte temor es que las pericias forenses reaviven una idea latente en los isleños: llevar los cuerpos al continente . Por eso, pidieron al CICR que se prohiba expresamente “el traslado de los restos”. Pero la mayor preocupación de los familiares es la difusión de imágenes . “Esto no puede ser, para decirlo brutalmente, un festival de huesos.

Tiene que haber un respeto por los restos mortales de los soldados. Y esto lo tienen que garantizar tanto el Estado británico como el argentino, la Cruz Roja o quien intervenga. Sería inadmisible la difusión de ese tipo de imágenes”, advirtió Trejo en nombre de la Comisión que pidió al CICR que -llegado el caso- adopte “medidas de extrema seguridad y resguardo para evitar la captura y difusión de imágenes”.

“Estamos dispuestos a intermediar siempre y cuando esta tarea sea solicitada por todas las partes y las familias”, había advertido Steven Anderson, vocero del CICR el 10 de abril. Sabe que identificar a los caídos sin su consentimiento sería para muchos reabrir profundas heridas y volver el tiempo, doloroso, atrás.

Proponen al Reino Unido que Aerolíneas vuele a las Malvinas

Por Natasha Niebieskikwiat

Lo hizo ayer formalmente la embajadora Castro a la cancillería británica. La oferta había sido anticipada por la Presidenta el 1° de marzo. Y prevé la salida de vuelos directos desde Buenos Aires. Londres adelantó que consultará a los isleños.

Visitas. Turistas de compras sobre la Ross Road, frente a la bahía, en la capital de las Islas Malvinas. Giro en la política argentina para los isleños.
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25/04/12 - Clarin

Finalmente, a través de la embajador en Londres, Alicia Castro, el Gobierno le propuso formalmente al Reino Unido establecer vuelos directos del continente a las Malvinas , operados por Aerolíneas Argentinas. La oferta ya la había puesto sobre la mesa Cristina Kirchner en uno de sus discursos en el marco de los 30 años de la guerra que reavivaron las tensiones entre Buenos Aires y Londres. Tres vuelos de AA, dijo Cristina. Por cierto, la Presidente sorprendió porque para setiembre pasado, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas había amenazado a los isleños con dejarlos sin el vuelo semanal que desde 1999 hace LAN a las islas, el único vínculo aéreo que actualmente tienen con Sudamérica.

El ofrecimiento de vuelos directos de Buenos Aires a Malvinas lo hizo ayer Castro en su encuentro con el ministro del Foreing Office, Jeremy Browne, en Londres. En la cita ratificó el reclamo nacional y de numerosos foros internacionales empezando por las Naciones Unidas para que el Reino Unido acepte un diálogo de soberanía por las Malvinas con Argentina. Y como había anticipado este diario, también propuso a los británicos “revisar” los acuerdos de pesca en el Atlántico Sur firmados en los años ‘90, pero devenidos en letra muerta por decisión del oficialismo y finalmente con ganancias netas para los isleños. De acuerdo a un comunicado de la Cancillería, Castro planteó que de acuerdo con “la importancia que reviste la conservación de los recursos pesqueros del Atlántico Sur” se reinicien “negociaciones con el propósito de revisar el mandato de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur”. La misma era de suma importancia para el control de stocks y la conservación de áreas donde las especies se cruzan por las aguas.

Ayer, supo este diario de las fuentes en Londres que Browne le dijo a Castro lo mismo que siempre dicen los británicos: son los isleños quienes decidirán sobre los vuelos de Aerolíneas.

Pero al mismo tiempo reclamó que se levantara la prohibición para los charter de LAN, que el gobierno de Néstor Kirchner impuso en 2003 precisamente porque los isleños se negaran a su pedido de que volara la aerolínea de bandera. En diálogo con Clarín, el consejero de las islas Mike Summers dijo ayer la Argentina tenía “mucho trabajo por delante para convencer a la gente de las islas Fakland de que pueden ser confiables en este punto. Levantar la prohibición de los charter sería un buen comienzo”.

Summer sostuvo que para ellos el objetivo del gobierno era a la larga levantar los vuelos de LAN y dejar atrapados a los isleños con los vuelos vía Argentina. Ayer, un encuentro del Consejo legislativo fue aprovechado para hablar del tema pero no consideraron que había que tomar decisión alguna.

El encuentro de Castro y Browne de ayer es el primer acercamiento de alto nivel entre los dos gobiernos luego de que la Argentina dejara sin jefe la sede diplomática en Londres desde agosto de 2008 hasta principios de este año, cuando los cruces entre los dos países estaban en su punto más álgido por el envío del príncipe William a una misión militar en el archipiélago, entre otras medidas británicas.

La embajadora, que aún no ha presentado sus cartas credenciales ante la reina Isabel pero ya están en funciones desde el mes pasado, allanó el camino ante la opinión pública con una resonante carta en el Daily Telegraph, titulado “El belicismo no va a arreglar esta vieja disputa”.

La carta publicada en opinión destacaba que el Gobierno “busca en este momento reconstruir y reforzar las relaciones bilaterales”, al tiempo que hizo un recuento del conflicto Malvinas sin olvidar las invasiones inglesas de 1806 y 1807.

viernes, 13 de abril de 2012

vivencias y más conjeturas, 30 años después

POR MARTÍN BALZA EX JEFE DEL EJERCITO. AUTOR DE “MI HISTORIA ARGENTINA”

Conocidas y juzgadas las responsabilidades de quienes nos condujeron a la guerra y la derrota, es preciso recordar también el heroismo y la conducta de nuestros soldados.

Malvinas: vivencias y más conjeturas, 30 años después

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12/04/12 - Clarin

Con respecto a Malvinas, nuestro pueblo está familiarizado en forma emotiva, más que precisamente informado.

La sociedad argentina quiere conocer y comprender lo que sucedió y porqué, y no sólo una narración de heroicos comportamientos , que si los hubo, aunque en ellos no figuren generales. La difusión completa del llamado “Informe Rattembach” contribuirá al esclarecimiento de una guerra jamás pensada ni planificada.

La critica a quienes tenían la responsabilidad de gobierno no constituye una actitud antipatriótica, como me lo insinuó un ex ministro de la dictadura militar- actualmente condenado por delitos de lesa humanidad -, cuando me espetó que los errores de los altos mandos no debían señalarse públicamente, pues los civiles “no estaban capacitados para comprender cuestiones de estrategia y tácticas”.

¿Lo estaban acaso muchos hombres de uniforme? El “informe Rattenbach” se refiere a ello con claridad meridiana; las conclusiones del mismo — y de todos los que vivimos y soportamos la ineptitud e impericia de los altos mandos en el conflicto- está guiada por el respeto para con nuestros muertos, heridos, combatientes , y para con la sociedad argentina, que también sufrió con la derrota. Quienes lanzaron hombres a esta aventura nunca asumieron sus responsabilidades ante sus subordinados y ante nuestro pueblo .

Muchos se ocuparon sobradamente de Galtieri y sus adláteres, pero quizás poco de cómo lucharon y murieron nuestros soldados. Mientras que los primeros se guiaban por unas ansias de gloria mal habida, y llegaron a traicionar a la República disfrazados de honor y patriotismo, los segundos actuaron guiados por un sano sentimiento de Patria.

El “Informe Rattenbach” rescata el comportamiento meritorio de las Fuerzas Armadas en las Islas . Con respecto al Ejército, me permito reiterar una vez más que, en dicho informe, puede leerse “La Artillería de Campaña y de Defensa Aérea, las Compañías de Comandos, el Escuadrón de Exploración de Caballería, los elementos de Aviación de Ejercito (helicópteros), algunos elementos de apoyo de combate y elementos del Regimiento 25 de infantería, demostraron un elevado grado de adiestramiento y profesionalismo, así como una adecuada acción de mando, lo que fue puesto de manifiesto especialmente en la defensa de Puerto Argentino, donde tuvieron un desempeño destacado”.

Fuimos a una guerra exaltando una tradición maravillosa de éxitos militares del siglo XIX, sin pensar en el compromiso con esa tradición, que habíamos abandonado durante la segunda mitad del siglo XX, con un Ejército politizado y con dictaduras militares que afectaron nuestra profesionalidad.

A pesar de ello, en la zona de combate Malvinas, hubo aciertos y virtudes de miles de hombres; los mismos que a su regreso fueron ocultados y después olvidados, aunque rescatados — en su momento — por el entonces adversario.

Mientras los altos mandos del Ejército los ignoraron y menospreciaron, iniciando una incomprensible desmalvinizacion — hoy superada — que no tuvo otra finalidad que ocultar su propia ineptitud , para lo cual necesitaban ignorar a quienes combatieron en forma anónima y abnegada. Esa — al margen de la derrota — fue la hazaña del Ejército.

Después del conflicto no faltaron quienes con altas responsabilidades estratégicas olvidaron que no podrían justificarse por su complacencia, e invocaron estériles argumentos, como decir que, contrariamente a su voluntad, tuvieron que cumplir órdenes de Galtieri; en ese caso, les queda el camino de la “desobediencia debida” ¿ Desobedecí algunas órdenes en Malvinas? Sí, y gracias a ello salvé vidas de mis hombres.

Cuando cesó la metralla en Malvinas pensé en la abnegación, en el sacrificio y el coraje de ambos bandos. De nuestro lado éramos conscientes de la inutilidad de la lucha, pero no vacilamos en seguir combatiendo; ellos, los británicos, estaban seguros de la victoria, pero no ahorraron esfuerzos para alcanzarla.

La guerra es una tragedia que pone al descubierto grandezas y miserias de cada uno de nosotros : la valentía y el miedo; la solidaridad y el egoísmo; el heroísmo y la cobardía.

Es una desgracia para cualquiera de los adversarios. ¿Quién podrá reemplazar la vida de los soldados caídos para siempre y compensar el dolor de sus seres queridos? El militar cumple mejor su misión cuando gana la paz, que cuando hace y gana la guerra.

En las dos guerras mundiales y en conflictos posteriores (Medio Oriente, Balcanes, Afganistán e Irak, entre otros) se cometieron repugnantes crímenes de guerra; en cambio, salvo unas pocas excepciones, en Malvinas se peleó con notable respeto a las normas morales por parte de argentinos y británicos. Comportamiento de caballeros y no de villanos es el que ambos contrincantes observamos, cumpliendo el precepto sanmartiniano “La Patria no hace al soldado para que la deshonré con sus crímenes”.

Puesto que la guerra no es una obra de Dios, me costaba comprenderpor qué nosotros pedíamos la protección y ayuda de la Virgen María — bajo la invocación de la Virgen del Rosario — por nuestro triunfo; en el campo de prisioneros de guerra soldados británicos me contaron que muchos de ellos imploraban lo mismo. ¡En que dilema habíamos puesto a nuestra Santa Madre!

martes, 3 de abril de 2012

Más sobre aquel 2 de abril de 1982

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03/04/12 - 00:53 -  Clarin

En el marco de los 30 años de la Guerra, profesores y alumnos realizamos un trabajo de investigación acerca de las visiones y los acontecimientos de 1982. Indagamos la historia oral, el registro de personas que durante el conflicto eran grandes, otros que en aquel año cursaban la primaria o secundaria. Todos ellos nos hablan de un derecho y un dolor a la vez, de una necesidad de que jamás exista una guerra que provoque la muerte a tantos jóvenes. Muchos comentan el rol de los medios apoyando y expresando que “estamos ganando” y del fanatismo y la ceguera que afloró a partir de la caída de Puerto Argentino.
Nuestra visión desde los 13 años, es que deseamos homenajear a nuestros ex combatientes, valorar la vida, ejercer un pacífico reclamo, cultivar la memoria sobre lo ocurrido a diario y pedirle a nuestros dirigentes la no utilización de un hecho tan doloroso para nuestro pueblo.
Roberto Peláez
PROFESOR, CON ALUMNOS DE 2DO. AÑO DEL COLEGIO LAUSANNE DE LANUS
robertopelaez3@yahoo.com.ar


Me llama la atención el comportamiento del Gobierno argentino y de su pueblo, con referencia a las Malvinas. El territorio argentino carece de recursos inteligentes y dignos que sólo un gobierno inteligente podría ofrecer, y que no lo hace por causa de sus dirigentes incompetentes. Las islas están bien administradas por un gobierno inteligente que sabe cuidar a su pueblo. Antes de exigir la soberanía de las islas, el Gobierno argentino debería comprometerse por el cuidado de lo que tiene y no consigue administrar. Dejen a los isleños tranquilos, están aterrorizados de sólo pensar en la posibilidad de pertenecer a un régimen ineficaz de gobierno como el actual argentino.
Miguel Angel Cotic
leojulicami@gmail.com


Quiero hacerles un pequeño homenaje a los miles de oficiales y suboficiales que combatieron por nosotros en la guerra de Malvinas, en especial a uno de esos miles ... mi papá, suboficial principal Carlos Alfredo Mancilla, para sus amigos “El Gordo”, para sus nietos “El Lolo”, para mí simplemente “un héroe”.
Hoy, a treinta años del conflicto, siento que lamentablemente no existe un verdadero reconocimiento hacia ellos. Mi papá estaba a cargo de la artillería antiaérea en las Islas. El 1° de mayo, a las 9.30 aproximadamente recibió la orden de derribar un helicóptero enemigo que se encontraba en la zona. Al observarlo en sus miras comenzaron a disparar hasta derribarlo. Mi papá fue el primer miembro de la Fuerza Aérea Argentina que derribó una aeronave enemiga.
El 23 de mayo en uno de los combates “diarios” fue herido y a fines de ese mes subido a un Hércules C-130 con destino Comodoro Rivadavia. Para él fue el principio de un largo desfile de médicos, psicólogos y psiquiatras que no sabían cómo tratar las “secuelas de guerra”. Una junta médica determinó que presenta un 40% de incapacidad (tuvo ataques de pánico y diversas fobias). Fue condecorado por el Congreso Nacional y pasó a retiro en 2003.
Papá, quiero que sepas que tus tres hijos y tus seis nietos estamos orgullosos de vos, siempre fuimos lo primero en tu vida, nos diste todo y seguís estando ahí presente, llamándonos todos los días
¡Por todo esto, y por tanto más, gracias papá, nuestro héroe!
Anabella Veronica Mancilla
anabellamancilla@yahoo.com.ar


Me duele en el alma saber que a los gobernantes les interesa más un mausoleo faraónico que un recuerdo para quienes dejaron en tierra argentina sus vidas.
Ni un desfile, ni generosas pensiones ni todo el oro del mundo paga los suicidios pos conflicto por la desidia estatal. Concuerdo con el General Belgrano: “Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos …” Cada día hace más daño saber el descuido, el desarreglo y la indiferencia, en el que se encuentra el cementerio de Darwin, en Malvinas. Su situación nos muestra la sensación que vivieron nuestros soldados en esas tierras. En el cementerio, un centenar de kilómetros al oeste de Puerto Argentino, apenas 114 de las 237 tumbas tienen nombre propio.El resto, como rezan sus lápidas, pertenece a un “soldado argentino sólo conocido por Dios”. Lo cierto es que en casi 30 años hasta ahora nadie se había ocupado de devolverles su identidad.
Adriana Lenardon
adrilenardon@ciudad.com.ar

“Malvinas, una bala en la sien de los argentinos”

Por Ricardo Fuentes CLASE 1964

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03/04/12 - 00:50 Clarin

Despierto una mañana, y me dicen: “Estamos en guerra”. Entre excitado y confundido, salgo a la calle. Bocinas intermitentes y banderitas agitadas llaman a la euforia. A la tarde, en vez de la escuela, todos a la Plaza. Esa Plaza que aún conserva un aroma a gesta popular, aunque hace unos días le metieron balazos a una marcha de trabajadores. Cantamos el himno cincuenta veces, grito: “Ar-gen-tina, Ar-gen-tina”, y salto: “El que no salta es un inglés”. Sale Galtieri. Ovación. Disfruta el momento. Empieza a hablar. La gente lo aplaude. Se envalentona. Dice algo del gobierno. Algunos lo abuchean. Yo no.
Charlas de café, pavadas de estudiantes y el tema obligado: “Mandan la flota para hacer ver como que reaccionan”. –“No, es para presionar en las negociaciones”. –“Si vienen, les rompemos el culo”. Ganamos una votación en la ONU. Pero los “yanquis” la vetaron. Parece que están a favor de ellos. España nos apoya, un poco. Italia también, pero más o menos. Se empieza a hablar de la unidad latinoamericana. En la secundaria aprendimos de memoria la marchita: “Tras su manto de neblina ...”. Habla el vicerrector. Pide donaciones. Yo doy bufanda, pullover y chocolate. Ya soy todo un patriota. Estamos todos unidos. Hasta los dirigentes políticos, que reaparecieron. Sólo hay uno de bigotes que habla en contra. ¡¿Qué desubicado! ¿No será un traidor? “¡Ingleses roñosos! Hundieron el Belgrano fuera de la zona de exclusión”. Murieron trescientos, casi todos de mi edad. Hay unos Exocet que hacen maravillas cuando los tiramos nosotros, y matanzas si los lanzan ellos.
Mi vieja pone la mesa. Enciendo la tele: “Comunicado número ...”. Mi viejo hace: “Shhh”. Escuchamos atentos. Vamos ganando. Pongo la radio y pasan “Sólo le pido a Dios” y rock nacional todo el tiempo. Quiero dormir y no puedo. Me imagino en la guerra. Este año me sortean. Tengo miedo.
Aprendimos una nueva palabra, “gurka”: quiere decir sanguinario a sueldo. Parece que tienen muchos de esos. Ya rodearon Puerto Argentino. Menéndez firmó la rendición. El gordo Muñoz convoca a la Plaza. Galtieri va a explicar por qué perdimos. No explica nada. Tiran gases lacrimógenos y balas de goma. Una bala pega en la sien de los argentinos y perdemos la memoria.

Cristina volvió a reclamar diálogo por la soberanía

Por Juan Cruz Sanz - Clarin

La Presidenta reveló que pidió ayuda a la Cruz Roja Internacional para identificar cuerpos de soldados caídos en Malvinas. También planteó que se respetará “el interés de los isleños” en la negociación.

Claveles. La Presidenta encabezó ayer en Ushuaia el acto central por los 30 años de la Guerra de Malvinas. Pidió que el Reino Unido acate las resoluciones de la ONU que instan a dialogar.
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03/04/12 - Clarin

Desde Ushuaia, Cristina Kirchner renovó el reclamo de soberanía argentina sobre las islas Malvinas y pidió la colaboración de la Cruz Roja Internacional para el reconocimiento de los cuerpos de los caídos en la guerra del Atlántico Sur, soldados argentinos y británicos, que todavía no han sido identificados. La Presidenta planteó además que la negociación que ordena Naciones Unidas con el Reino Unido debe hacerse “ respetando el interés de los isleños ”.

Cristina encabezó ayer la ceremonia central por los 30 años del inicio de la guerra de Malvinas junto a gran parte del Gabinete Nacional, legisladores nacionales, veteranos de guerra y familiares de los caídos. Además, estuvieron la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y sus pares de Santa Cruz, Daniel Peralta, y de Santa Fe, Antonio Bonfatti.

“Venimos a ofrecer reconocimiento a los hombres que sobre sus pechos lucen las medallas y las condecoraciones que supieron conseguir con honor y valor, en el campo de batalla. Pero venimos también en memoria de los miles y miles de jóvenes, de los cientos de jóvenes, que vinieron a combatir aquí, en el territorio, en las Islas y a los cientos que dieron su vida”, sostuvo la Presidenta en un discurso de 20 minutos que fue transmitido por Cadena nacional. Abrigada con un tapado y una bufanda negros, respetando su estricto luto, Cristina fue la principal oradora en el frío mediodía de Ushuaia. “El viernes, en mi carácter de Presidenta de la República, he dirigido una carta al titular de la Cruz Roja Internacional para que tome las medidas pertinentes e interceda ante el Reino Unido para poder identificar a los hombres argentinos y aún ingleses que no han podido ser identificados, porque cada uno merece tener su nombre en una lápida”, anunció.

Cristina apuntó contra el primer ministro británico, David Cameron. “Hoy leía que el Primer Ministro británico decía que se había atacado la libertad de los isleños. Parece ser que no estaba enterado que también estaba confiscada la libertad de todos los argentinos en esos momentos. Tampoco teníamos libertad los argentinos”, afirmó la jefa de Estado, que volvió a criticar “el colonialismo británico”.

“Es una injusticia que en pleno siglo XXI todavía subsistan enclaves coloniales como el que tenemos aquí, a pocos kilómetros de distancia ”, dijo. “Resulta absurdo pretender dominio a más de 14 mil kilómetros de ultramar, cuando claramente estas Islas integran parte de nuestra plataforma marítima; justicia también para los que aún no han podido ser identificados”, reclamó Cristina, resaltando uno de los argumentos presentados ante la Asamblea de las Naciones Unidas. “No estamos reclamando ninguna otra cosa más: el diálogo entre ambos países para discutir la cuestión de soberanía, respetando el interés de los isleños ”, postuló.

Pese a lo que se creía, Cristina no movió su eje discursivo del tema Malvinas y evitó referirse, por ejemplo, a la disputa del Gobierno con YPF. Se esperaba un anuncio importante que nunca llegó.

En el escenario, montado sobre la parte principal de la renovada Plaza Malvinas de la capital fueguina, se ubicaron el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; los gobernadores; el vicepresidente, Amado Boudou; el ministro del Interior, Florencio Randazzo y representantes de veteranos de guerra. Antes de las palabras de la Presidenta, fue Fabiana Ríos, cada vez más cercana al kirchnerismo, la encargada de defender la política del Ejecutivo. “Vaya el mensaje a los sinvergüenzas que pretenden decir que el tema Malvinas es utilizado por las fuerzas políticas para tapar una situación económica o coyuntural determinada”, sentenció la gobernadora de Tierra del Fuego. “Creo que con toda responsabilidad, los distintos partidos políticos con representación parlamentaria debemos decir con toda claridad que es una vulgaridad confundir lo urgente con lo importante”, agregó.

Con el mapa de las Islas de fondo, que forma parte del monumento a los héroes de Malvinas, la Presidenta se dirigió a todo el país: “Justicia reclamamos también para que no sigan depredando nuestro medio ambiente, nuestros recursos naturales ictícolas y petroleros; Justicia, para que se respete la integridad territorial”, afirmó. También reprobó el poder de Gran Bretaña en las Naciones Unidas: “Pedimos Justicia para que se cumpla el derecho internacional: no es posible que solamente puedan violar los derechos los que son poderosos y están sentados en un sillón en el Consejo de Seguridad”.

La Presidenta exigió también el cumplimiento de las resoluciones del organismo internacional: “Hay resoluciones de primera y de segunda: de primera, las que llevan adelante los países que se sientan en el sillón del Consejo de Seguridad y pueden ejercer el derecho de veto; de segunda, las órdenes que, a pesar de haber sido aprobadas en reiteradas oportunidades se siguen incumpliendo”.

“No vamos a perder” las islas, dijo el ministro de Defensa británico

Así, cruzó las críticas que advierten sobre un riesgo por los recortes en su área.

Recuerdo. Margaret Allen, esposa de un británico muerto durante la guerra, visita ayer un memorial en el centro de Inglaterra.
Recuerdo. Margaret Allen, esposa de un británico muerto durante la guerra, visita ayer un memorial en el centro de Inglaterra.
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03/04/12 - Clarin

El ministro de defensa británico, Philip Hammond, rechazó los reclamos de los ex comandantes de la guerra en 1982 y sostuvo que Gran Bretaña “puede y defenderá” las islas Malvinas. En el 30° aniversario de la operación argentina en las islas, Hammond desestimó que la falta de un portaaviones o de aviones con despegue vertical como los Harrier , ahora en desuso, puedan impedirlo.

El almirante Sir John Woodward, que comandó la Task Force en el Atlántico Sur, advirtió que Gran Bretaña no tendría el poder de organizar la logística para ir a la guerra en el sur, si volviera a suceder, por estos errores. Una crítica que comparte con el general Julian Thompson, el almirante West y otros oficiales “seniors” que participaron en el conflicto.

“Nosotros estamos muy claros de nuestra posición en relación a las Falkland (sic). Nosotros seremos robustos en defensa de las islas y no intentamos repetir el error de 1982 y permitir que las Falkland sean retomadas”, dijo el ministro. Y advirtió: “Nosotros las defenderemos robustamente. Tenemos los elementos, la gente, los equipos en el lugar para hacerlo”.

Hammond respondio así a los comentarios en el diario británico The Times del almirante Woodward, que se sumó al lobby de todos los veteranos de Malvinas, para impedir que los mayores “assets” de la Royal Navy sean desmantelados. Todo en nombre de los recortes presupuestarios del Ministerio de Defensa británico, en un país que entró en recesión. Este ministerio hoy no tiene portaaviones ni los tendrá hasta por lo menos 10 años . La única forma de conseguir uno sería recurrir a su acuerdo militar con Francia y pedir uno a sus vecinos en caso de emergencia en un conflicto, como hicieron durante la guerra en Libia en su operación conjunta.

El almirante Woodward increpó al primer ministro David Cameron sobre qué jets de combate estarían sobre el portaaviones en vías de construcción, después del decomiso de los aviones Harrier, con despegue vertical y vitales en la guerra de Malvinas. Cameron decidió ordenar jet convencionales, pero ahora, a fuerza de presiones, los va a cambiar por la variante “jump jet”. “Eso significa que por 10 años Gran Bretaña no tendrá un portaaviones funcionando”, según Woodward. “Esta es la más importante decisión que él debe adoptar en una década y la está tomando mal”, lo cuestionó.

El ministro rechazó las críticas. “Más allá de la retórica de la prensa, no hay ninguna evidencia de ninguna intención militar por parte de Argentina ni de ninguna capacidad militar de Argentina de intentar retomar las Falkland”, dijo Hammond. Y agregó: “Yo tengo que decirlo claramente: nosotros no vamos a perder las Falkland . Nosotros tenemos los elementos en posición en las Falkland, que no teníamos en los inicios de 1980, que impiden estos actos de agresión. Yo enfatizo otra vez: no hay la más mínima inteligencia que sugiera que hay una creíble amenaza militar a las Falkland”.

Las declaraciones de Hammond no convencen a Woodward. Desde su casa en West Sussex, recordó que “si los argentinos hubieran aguantado dos semanas más, los británicos podríamos haber perdido la guerra.

Nuestra maquinaria estaba destrozada , sin mantenimiento y el invierno se acercaba”.

El viejo almirante escuchó el discurso de la presidente Cristina Kirchner en directo, ya que la televisión inglesa lo emitió con traducción simultánea.

Lo caracterizó como “frenético” . Pero Woodward cree que los argentinos no intentarán, al menos por ahora, una operación militar.

Según el comodoro Neill Thomas, que voló en Harrier durante la guerra y combatió a los aviones argentinos, “todo lo que los argentinos necesitan es un grupo de fuerzas especiales (comandos), volar el centro de la pista de Mt Pleasant y están adentro”.

El 2 de abril, tres décadas después

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02/04/12 - 02:32 - Clarin

Soy argentina de 81 años, y con mi esposo tomamos un crucero Buenos Aires-Valparaíso, porque no queríamos morir sin conocer Malvinas y Ushuaia. La visita a Malvinas estrujó mi corazón porque en la guerra mis hijos podían haber sido combatientes. A ello agregué mi indignación y rabia al saber que al finalizar la contienda, hizo que los británicos instalaran una base militar con 2.000 efectivos. Mi desazón se acrecentó porque dieron la orden: “¡Prohibido descender en Ushuaia!” No tengo claro el fundamento, pero fue una imbecilidad. Desde allí no pude tener el desahogo de desagraviar a Malvinas, porque era desde ahí, desde mi sur, el que me negaron conocer. En Puerto Argentino, por razones obvias, me contuve, pero sí, lloré.

Elda Colamarino
elda_colamarino@hotmail.com
Hoy, de abril, feriado, muchos se habrán ido de vacaciones en fin de semana largo, pero absolutamente ninguno desconocerá que se cumple el 30 aniversario del desembarco argentino en nuestras islas Malvinas. Donde la playa York, Puerto Enriqueta, Moody Brook y Puerto Argentino recibían a nuestros héroes muy de madrugada. Todos estaban de acuerdo, muy orgullosos de ser argentinos y sin los goles del Diego.
Reafirmando una vez más nuestra soberanía, que de no seguir haciéndolo peligra, Dios sabe cuánto, nuestro sector antártico, nuestro Mar Argentino y desde ya parte de los recursos naturales marítimos de todos los argentinos entre ellos el petróleo.
Desde la primaria llevamos a las Malvinas con profunda impronta en nuestros corazones. Hablamos juramos y perjuramos que son nuestras por derecho, pero mucho más porque mora en el amor a nuestra infancia. La Operación Rosario que intentó recuperarlas tuvo sus lados buenos, aunque superaban los lados malos: ¿quién no recuerda al crucero General Belgrano? Y a su responsable, comandante que fue el último en dejar el barco sin necesidad que nadie le dijera: ¡Vada a bordo, cazzo!
Hoy treinta años después los argentinos podemos llevar a cabo la más grande operación para recuperar nuestras islas, Operación Santa Fe: todos y cada uno de nosotros podemos salir a las calles en paz a lo largo y ancho de Argentina, a lo Gandhi, estrategia oh casualmente ya conocida para el Reino Unido, y a apoyar la causa Malvinas para que el mundo nos vea y sienta. Y si tenemos la suerte de que nos televise la BBC gritemos todos juntos: ¡viva la Patria!

Juan José de Celis
juanjose3800@aol.com
En el tema Malvinas, hay que dejar bien en claro algunas cosas. A saber: 1) Los kelpers no son una tercera parte, en este conflicto hay dos partes y si ellos quieren opinar lo tendrán que hacer a través de sus representantes, el Foreing Office británico.
2) Aun así, es inviable cualquier propuesta o negociación que se establezca en torno a la soberanía que no contemple a los habitantes. Cualquier acuerdo debe respetar su forma de vida, sus fuentes de ingreso y su voluntad de seguir siendo británicos. Para lo cual existe la opción de la doble nacionalidad. Un acuerdo puede respetar su zona explotación pesquera y concederles por un tiempo la explotación de hidrocarburos, con una exención impositiva que incluya al menos tres generaciones, y respetarles su forma de gobierno y su idioma. Ellos se beneficiaran de todos los recursos que tengan más los dineros que ahorren en impuestos, y nosotros recobramos la tenencia de las islas. Para esto hay que modificar el territorio de Tierra del Fuego, hacer las islas una provincia autónoma y modificar a ese efecto la Constitución.

Diego Pinelli
diegopinelli@hotmail.com
El jueves 22 de marzo leí con atención la nota de Luis Alberto Romero sobre Malvinas. A pesar de estar de acuerdo en que esa guerra nunca debió sea librada, discrepo en dos puntos.
1) Celebrar el 14 de junio Día de Rendición: sería una falta de respeto a los soldados que dieron la vida, y a los que lucharon valientemente.
2) Llamar víctimas y menospreciar su condición de héroes, es una afirmación fuera de lugar. Son todos héroes, ya que a muchos les tocó vivir la tensión de estar esperando batalla. Nunca debe ser olvidada su gesta y debe ser celebrada como corresponde.

Juan Carlos Lago
electronicalaprida@yahoo.com.ar

“Mi homenaje a las mujeres de Malvinas”

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02/04/12 - 02:30 - Clarin

Arreglando los recuerdos familiares, esas cosas queridas que se van acumulando en algún rincón de la casa, encontré una carta. Ya no la recordaba y quiso la casualidad, ¿causalidad?, que me reencontrara con ella a horas de este 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra en Malvinas. Cuando la volví a leer, mi corazón y mi mente se fueron a aquellas mujeres que dieron en esa guerra cruel, lo más preciado de sus vidas, como eran sus hijos. Y también rememoré a aquellas otras, como mi madre, que pusieron su alma y todo su amor para acompañarlos como si fueran de su sangre. La carta es de un soldado, Aníbal Cantaliano, y se la dirige a mi madre María Teresa Vecchiarelli de Pedemonte, en respuesta de la que le había escrito en una muestra solidaria y amorosa, muy propia de ella. Mi madre ya no está y no sé que fue del joven soldado, pero aquí está su recuerdo, inolvidablemente presente.
Les transcribo parte del texto: “Estimada madre, … señora, yo estoy orgulloso de estar en este momento sirviendo con la Patria cuanto ella más precisa como buen soldado infante de Marina ... siento el orgullo con todo mi corazón, a pesar estar lejos de mis familiares en este lejano lugar de nuestra Patria. Pero sé que un día estaré con ellos, gozando mi futuro después de servir con la Patria … buscaremos la paz que es lo más lindo que hay …”
He ahí mi homenaje a los héroes de Malvinas y a las mujeres que pusieron su sangre y su amor a disposición de la Patria.

Susana Pedemonte
susana_pedemonte@yahoo.com.ar

lunes, 2 de abril de 2012

Reagan a Thatcher: “No seremos neutrales si Argentina usa la fuerza”

Por Alberto Amato Especial para Clarín

El Presidente de EE.UU. se lo dijo a la líder británica horas antes de la recuperación argentina de las islas. Es una de las revelaciones de la edición definitiva de “Malvinas, La Trama Secreta”, un libro fundamental sobre la guerra. Clarín adelanta aquí sus fragmentos más novedosos.

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01/04/12 - 01:45 - Clarin

Estados Unidos nunca fue neutral frente a Malvinas y Ronald Reagan estableció un fuerte compromiso con Margaret Thatcher horas antes de la invasión argentina a las islas; la Unión Soviética, en especial su aparato militar, prestó ayuda satelital a la Argentina que fue usada para hundir naves británicas; en los ámbitos militar y político de la Argentina la guerra se dio por perdida antes de que empezara y en plena negociación diplomática, con la task force del Reino Unido en camino a Malvinas, ya sonaban nombres de militares dispuestos a reemplazar a Galtieri al frente de la dictadura; el miembro de la junta militar de la Armada, almirante Isaac Anaya, fue el impulsor ideológico de la guerra y quien obstaculizó toda posibilidad de acuerdo con Gran Bretaña ante un Galtieri acorralado por su soberbia, indeciso frente a un conflicto que se le escapaba de las manos y obnubilado por sus sueños de eternizarse en el poder y los vahos del alcohol; hubo al menos una posibilidad de que la guerra no estallara, y se frustró: la realidad de Malvinas sería hoy muy diferente.

Estas son algunas, sólo algunas, de las revelaciones de la nueva edición de “Malvinas, La Trama Secreta”, enriquecida con doscientas páginas de documentos y transcripción de los cables que cruzaron antes y después del conflicto el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Harry Shlaudeman, con el Departamento de Estado, y el “mediador” enviado por Reagan, el general Alexander Haig, con la administración de su país.

Desde hace casi treinta años, “Malvinas, La Trama…” es una especie de biblia del conflicto que estalló en 1982 y duró setenta y cuatro días. Escrito por Oscar Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo van der Kooy, fue un libro pionero del periodismo de investigación, cuando al periodismo liso y llano no se le había agregado ese sonsonete redundante y pretencioso. El libro, que vio la luz en 1983, nació y fue escrito durante la dictadura que, si bien estaba en retirada, mantenía intactos sus acerados resortes de censura y de silencio. Nada se sabía de Malvinas cuando “La Trama…” vio la luz. Y esa luz iluminó un camino que luego siguieron muchos periodistas.

La nueva edición es también un homenaje de los autores a Oscar Cardoso, que murió en julio de 2009. Cardoso fue un periodista de enorme talento, cronista implacable de algunos de los hechos más trascendentes de la Argentina y del mundo, de esos profesionales irrepetibles que regalaba a los más jóvenes fe y conocimiento sin pedir nada a cambio, con un humor y una ironía filosos y entrañables. El “Gordo” fue símbolo de una época y de un estilo de hacer periodismo que hoy miramos por lo menos con nostalgia.

La nueva edición de Sudamericana no sólo reafirma y revalida lo que sus autores escribieron hace casi tres décadas, sino que hace todavía más clara y amplia la urdimbre de un conflicto que todavía no ha sido desentrañada del todo y cuyas consecuencias se extienden hasta hoy como una sombra ominosa y amenazante. Es un libro revelador sobre hechos que piden a gritos ser revelados. Sus autores juran que es la edición definitiva. Probablemente lo sea, hasta que aparezcan nuevos secretos develados. El periodismo es un oficio a largo plazo. Y nunca termina. Aquí, los fragmentos clave:

Una llamada crucial

“Reagan colgó el teléfono con la sensación de haber dicho algo que no había sido comprendido por su interlocutor. El mensaje -pensó- no llegó a destino. Galtieri, por su parte, concluyó el diálogo convencido de que había sido un buen gesto de Reagan, pero sin poder asir el verdadero significado de su llamada.

Después de cortar la comunicación con Galtieri, el presidente norteamericano dirigió un mensaje a la primer ministro Thatcher en el que definió la política que seguiría Estados Unidos si Argentina invadía Malvinas. El tono afectuoso y cálido usado por Reagan, (encabeza su mensaje “Dear Margaret” y se despide con “Warmest wishes, Ron”) permite presumir el tuteo entre ambos mandatarios. El texto del mensaje, revelado en un documento del Departamento de Estado enviado a la Embajada en Buenos Aires, lleva fecha del 1° de abril.

“Querida Margaret:

Acabo de hablar largamente con el general Galtieri sobre la situación en las Falklands. Le transmití mi personal preocupación sobre la posibilidad de una invasión argentina. Le dije que iniciar operaciones militares contra las islas Falklands comprometería seriamente las relaciones entre los Estados Unidos y Argentina y lo urgí a abstenerse de una acción ofensiva. Le ofrecí nuestros buenos oficios y mi buena voluntad de enviar a un representante personal para ayudar a resolver esta cuestión entre Argentina y el Reino Unido.
El general escuchó mi mensaje, pero no se comprometió a cumplirlo. En cambio, habló en términos de ultimátum y me dejó la clara impresión de que estaba embarcado en un curso de conflicto armado. Vamos a seguir cooperando con tu gobierno en el esfuerzo por resolver esta disputa, ya sea intentando evitar las hostilidades o detenerlas si estallan. Mientras tenemos una política de neutralidad sobre el tema de la soberanía, no seremos neutrales si Argentina usa la fuerza militar”.

De esa forma, horas antes de la invasión a Malvinas, Gran Bretaña tuvo el incondicional apoyo estadounidense.”
La ayuda soviética
En los días de abril, previos al inicio de la guerra de Malvinas, el gobierno argentino presionó a Haig, enviado personal de Reagan, sobre el ofrecimiento, y la posible aceptación, de una eventual ayuda “de otros países”, si estallaban las hostilidades. Era una clara referencia a la Unión Soviética. Para el gobierno de Reagan, embarcado en una guerra total contra el comunismo, en especial en América Central donde contaba con la ayuda de militares argentinos, la sola mención de una ayuda soviética al país en Malvinas sembraba poco menos que el pánico y el resquemor. Lejos de condicionar el rol que Estados Unidos ya había elegido en el conflicto, la amenaza de un auxilio militar o logístico a la Argentina por parte de la URSS reafirmaba el apoyo de Reagan a la Thatcher y su insistencia de poner fin a “la aventura de Malvinas”: Estados Unidos veía la recuperación de las islas como una excusa de la Junta Militar argentina de eternizarse en el poder.

¿Existió en realidad una ayuda soviética a la Argentina durante la guerra? La nueva edición de “Malvinas, La Trama Secreta”, revela:

“Gran Bretaña desarrollaba su propio sistema informativo enriquecido invalorablemente por la asistencia abierta de los Estados Unidos. Los autores de este libro sostuvimos que la Argentina, en cambio, no había contado con apoyo informativo y satelital de la Unión Soviética. O que, al menos, no se habían podido detectar indicios de esa colaboración. Con los años y la indagación en documentos y bibliografía en torno a la guerra de Malvinas, aquella aseveración dejó de tener la consistencia que entonces tenía. Aunque, más allá de haberse verificado la ayuda soviética a la dictadura, las dimensiones jamás fueron equivalentes: Washington actuó en todos los frentes acorde a los intereses de Londres en el conflicto; Moscú brindó información fragmentada, sobre todo en el plano militar, que habría servido para éxitos bélicos circunstanciales de los militares argentinos.

Sergey Brilev es uno de los presentadores y analistas más conocidos de la televisión rusa. Su origen tiene llamativas particularidades: es moscovita pero nació en La Habana. Pasó gran parte de su vida en Ecuador y Uruguay y, de casado, también vivió en Londres. Brilev aporta información de la ayuda soviética a la dictadura.

Esa información está basada en dos testimonios. La del general Nikolai Leonov, primer vice del servicio analítico de la KGB, durante el conflicto de Malvinas. Y del general Valentín Varennikov, en ese tiempo primer vicejefe del Cuartel General de las FFAA soviéticas. Un tercer testimonio relativizaría las certezas de Leonov y Varennikov. El periodista soviético llegó a consultar a Mikhail Gorbachov, el último presidente de la URSS, que durante la guerra de Malvinas era miembro del Buró Politico del Partido Comunista, el órgano por el cual pasaban todas las grandes decisiones estratégicas de esa multinación. Gorbachov negó cualquier decisión política de colaboración con la dictadura argentina.
Pero Brilev tiene, al respecto, su propia conclusión. Sostiene que ya en esa época el esquema de poder de la URSS se estaba resquebrajando y que la ayuda brindada a la Argentina fue asumida a nivel de generales del mando militar, entusiasmados con la idea de poder dañar a enemigos históricos, como Estados Unidos y Gran Bretaña.

Brilev sostiene que el 15 de mayo de 1982 los soviéticos lanzaron específicamente el satélite Kosmos-1365 para ubicarlo en una órbita desde la cual pudiera proveer información estratégica a las fuerzas argentinas en el Atlántico Sur. Pero que aún antes de esa fecha otros satélites soviéticos en órbita ya estaban suministrando información. Deduce que, a raíz de esa información, los misiles argentinos impactaron y hundieron al Sheffield. Asegura que gracias al satélite Kosmos-1365 los aviadores de nuestro país pudieron hundir hacia finales de mayo el HMS Coventry y el Atlantic Conveyor.

Según el investigador, la ayuda soviética habría ido más allá de la simple información satelital. Se habrían utilizado aviones TU-95, modificados con sistemas de inteligencia, para sobrevolar a las fuerzas británicas que se dirigían a la zona de combate en el Atlántico Sur. Esa información, afirma, era transmitida a los argentinos.

Otro investigador, el periodista argentino Isidoro Gilbert, por entonces director de la corresponsalía de la agencia soviética TASS en Buenos Aires, también confirma la asistencia soviética a la dictadura argentina, aunque sin la densidad, al parecer, que le atribuye Brilev. Relata un pedido formal del brigadier general Basilio Lami Dozo, en tal sentido, al agregado militar en la embajada soviética en Buenos Aires, coronel de tanques Valentin Livtonchicov. Pero Gilbert pone en duda que los soviéticos hayan lanzado algún satélite especial para ayudar con información anticipada a las tropas argentinas. “Pregunté si la URSS -cuenta- había puesto en órbita algo nuevo y me contestaron que no era necesario, que existían suficientes satélites vigilando América del Sur”.

Gilbert asegura que la información soviética era entregada por télex y con extrema rapidez. “La información la entregamos en cifras coordenadas”, revela que le dijeron en una consulta a Moscú.

Pese a las evidencias, el almirante Anaya le hizo a Gilbert una declaración entre negativa y resbaladiza: “Jamás tuve información oficial de que la embajada soviética entregara información satelital. En ninguna reunión de la Junta se habló de eso. Pero yo escuché algo. De todos modos, no debió ser muy útil ya que un cincuenta por ciento de las operaciones aéreas fracasaron precisamente por falta de información. El material de la Fuerza Aérea carecía de radares, no así los Super Etendard de la aviación naval”.

Las palabras de Anaya trasuntaban la tensión constante que existió entre las tres fuerzas durante el conflicto. El posible acercamiento a la URSS dio pábulo a infinidad de conjeturas. Muchas en sentido opuesto. Brilev, por ejemplo, arriesga que Noruega habría captado fotos satelitales rusas que habrían sido clave para el hundimiento del crucero General Belgrano. Un cable de la embajada de EE.UU. en Buenos Aires enviado a Haig considera esa hipótesis pero la resta seriedad”.
Última carta para evitar la guerra
En las últimas cuarenta y ocho horas de abril de 1982, la guerra con Gran Bretaña era inevitable. La diplomacia había fracasado. Inglaterra, que según las “Memorias” de Alexander Haig jamás estuvo dispuesta a devolver las islas a la Argentina, había hecho prevalecer su intención de respetar “los deseos” de los kelpers. La diplomacia argentina a cargo de Nicanor Costa Méndez insistió hasta el final en que lo que había que respetar eran “los puntos de vista” de los isleños, para respetar el fallo 2065 del Comité de Descolonización de la ONU, de 1965.

Cuando todas las cartas estaban echadas, Harry Shlaudeman, embajador de Reagan en Buenos Aires, hizo una última, dramática gestión ante Galtieri, de la que da cuenta un documento histórico que reproduce “Malvinas, La Trama Secreta”:

“(…) El segundo acto fue un último intento negociador de Estados Unidos, una última carta jugada casi al filo de la guerra, cuando los aviones británicos ya cargaban sus bombas para atacar el 1º de mayo la pista de Puerto Argentino. Siguiendo instrucciones del Departamento de Estado, el embajador Shlaudeman pidió una urgente entrevista con Galtieri que le fue concedida en la medianoche del 29 al 30 de abril. Todo terminó en un diálogo dramático en el que asoman apenas los disensos en la Junta, en especial con Anaya, y en el que, por propia iniciativa, Shlaudeman termina por pedir a Galtieri que retire las tropas de Malvinas. Galtieri parece pensarlo, o eso le parece a Shlaudeman, y el embajador, entonces, recomienda a su gobierno que no anuncie el viernes las sanciones contra la Argentina, que todavía, tal vez, algo pueda salvarse.
El documento histórico que Shlaudeman dejó de su encuentro con Galtieri es el siguiente:

“Siguiendo la fórmula expuesta en la llamada telefónica, pedí ver al presidente Galtieri y fui recibido a medianoche. ARMA (sigla que identifica al “Army Attache”, agregado militar del Ejército norteamericano en la Embajada) me acompañó como ha hecho a través de estos críticos encuentros.

Dije a Galtieri que venía sin instrucciones, con el solo propósito de ver qué podíamos hacer para evitar una fatal confrontación. Puntualicé al Presidente que no habíamos recibido una adecuada respuesta a nuestra propuesta y que anunciaríamos mañana severas medidas contra Argentina. Durante más de una hora de conversación, él no se manifestó en absoluto sobre la propuesta.

Repetidamente le pregunté qué camino veía él para salir de esta impasse. Su respuesta fue, como era de esperarse, que debería haber algo que diera una oportunidad a las negociaciones. Yo simplemente, como muchas veces se lo señalé, le dije que sólo una retirada (de las tropas) le daría a la Argentina la victoria que buscaba.

Al final de nuestra conversación, y por propia iniciativa, sugerí a Galtieri que el Gobierno argentino anunciara unilateralmente una retirada de sus tropas de Malvinas como un primer paso hacia una solución pacífica y como un gesto de buena fe. Pareció tomar esta sugerencia muy en serio, la escribió, pero dijo de nuevo, como hizo muchas veces antes, que él era sólo uno de los tres que tomaban las decisiones.

Recomiendo fuertemente que no anunciemos las medidas contempladas hasta que yo haya tenido una chance de seguir hablando con Galtieri mañana en la mañana. Creo que todavía hay una chance, aunque muy delgada, de que podamos detener a esta gente.

Ambos, ARMA y yo presionamos muy fuerte sobre la necesidad para Argentina de no, repito, no llevar a cabo la primera acción ofensiva. Galtieri dijo que él ya había parado tres veces ese tipo de acciones en los últimos días, pero indicó que no podría hacerlo por mucho más tiempo. Puso en claro, como sabemos, que la Armada está hambrienta de acción. También dijo que el plan argentino es reaprovisionar las islas mañana, (abril 30), por aire, escoltados por aviones militares.

Galtieri me pareció, y también a ARMA, ansioso por encontrar una salida dentro de los muy estrechos límites en los que se maneja. Dijo de nuevo que Argentina no sería el primero en abrir el fuego y nos enfatizó que había gastado un considerable capital político en impedir que las Fuerzas Armadas argentinas tomaran la ofensiva. Cerró la conversación prometiendo seguir en estrecho contacto conmigo, particularmente sobre la idea de una retirada unilateral de Malvinas. Pienso que le hemos llegado. Y si somos capaces de ofrecerle un poco más de tiempo, podríamos ser capaces de avanzar. Shlaudeman.

Pero las “plegarias” de Shlaudeman no fueron atendidas. Galtieri no retiró las tropas y, el viernes 30, Estados Unidos se retiró de la negociación, apoyó a Gran Bretaña y sancionó a Argentina.

Ahora sí, el telón sobre el drama de Malvinas estaba a punto de levantarse”.

domingo, 1 de abril de 2012

¿Se podría haber ganado la guerra de Malvinas?

Por Rosendo Fraga DIRECTOR CENTRO DE ESTUDIOS UNION PARA LA NUEVA MAYORIA

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31/03/12  - Clarin

Con motivo del 30 aniversario de la guerra por Malvinas, Channel 5 de Londres difundió un documental titulado “The Great Falklands Gamble: Revealed”, que incluye imágenes y testimonios inéditos sobre el conflicto. Su tesis central es que Argentina pudo haber entonces ganado la guerra y que si no lo hizo fue por una combinación de mala suerte y una artillería y munición con fallas . El documental, dirigido por el inglés Mark Fielder, de acuerdo a la crónica del diario Daily Telegraph , argumenta que seis buques británicos fueron blanco de bombas argentinas que no detonaron, las que si hubieran explotado, la campaña británica habría sido derrotada de inmediato.

En mi opinión, este tipo de teoría confunde datos del plano táctico -las operaciones militares concretas- con los del estratégico -la relación de fuerzas y las capacidad que a la larga o a la corta definen el resultado de un conflicto, como fue el potencial de los aliados en ambas guerras mundiales-.

Nada es imposible en la guerra, pero hay relaciones de fuerzas que por lo general definen resultados.

De haber tenido los argentinos más éxitos tácticos, es posible que la guerra se hubiera prolongado, pero no tenido un final distinto.

La primera razón de ello es que habría entrado en juego la credibilidad de la OTAN. Si Argentina derrotaba a la segunda potencia militar de la Alianza Atlántica, la estrategia de disuasión que implicaba su superioridad sobre el Pacto de Varsovia hubiera sufrido un duro revés. Por ello, EE.UU. apoyó militarmente a los británicos y lo hubiera seguido haciendo. Es más, este fue el argumento con el cual el entonces jefe del Pentágono (Weimberger) convenció a Ronald Reagan de apoyar militarmente al Reino Unido, a lo que era inicialmente reticente.

La segunda es que tratándose de un teatro de operaciones aeronaval, quien domina el mar y el aire más tarde o más temprano gana la guerra.

A partir del hundimiento del Crucero General Belgrano, la flota británica había quedado dueña del mar y ello limitaba el abastecimiento de las islas, crucial para las fuerzas argentinas. Uno o dos buques hundidos más no hubieran cambiado esta situación. El agotamiento de los recursos de la Fuerza Aérea Argentina terminó dando también el dominio del aire a los británicos. Dicho dominio podía haberse demorado, pero más tarde o más temprano se hubiera dado pese al coraje y la competencia de los pilotos argentinos.

La tercera es la característica de los británicos de no ceder frente a las dificultades, sino todo lo contrario. La tenacidad y la persistencia es una de sus características, muy bien representada por Winston Churchill en la Segunda Guerra Mundial, y en consecuencia seguramente el gobierno de Margaret Thatcher hubiera persistido, aunque la guerra hubiera implicado varios meses más. En última instancia, para comienzos de junio las tropas argentinas de las islas habían quedado aisladas del continente, mientras que las británicas no.

En conclusión, más allá de que Argentina hubiera obtenido algunos éxitos tácticos más, el desenlace de la guerra podía haberse prolongado días, semanas o incluso meses más, pero la relación de fuerzas en lo estratégico definió el resultado desde que EE.UU. decidió apoyar militarmente al Reino Unido.