domingo, 26 de julio de 2015

Una “radio Martí” a la argentina: emite en inglés para los kelpers

Malvinas.Radio Nacional difunde el “Argentine Bulletin News” dos veces por día. Lo arma en Buenos Aires y sale desde Río Grande.

Islas Malvinas escucha Radio Nacional / Reuters

Islas Malvinas escucha Radio Nacional / Reuters

Uno de los boletines de Radio Nacional para los kelpers.

Uno de los boletines de Radio Nacional para los kelpers.

En Malvinas la comparan con una suerte de Radio Martí, la emblemática emisora de Miami que durante décadas penetró el territorio cubano con la intención de voltear el gobierno de los Castro.

Pero el llamado Boletín Malvinas es otro tipo de curiosidad argentina, poco conocida y no exactamente igual a la radiodifusora anticastrista: un micro informativo en inglés, de entre 9 y 12 minutos, que la radio pública nacional emite todos los días, pasada la medianoche y repite a la mañana siguiente desde LRA 24, su emisora en Río Grande, Tierra del Fuego. El Boletín acaba de cumplir dos años de existencia. Su objetivo: penetrar con noticias argentinas las Malvinas, adonde llega con alta calidad auditiva y el lema de que promueve la “Soberanía Radiofónica”.

Pasada la medianoche de cada día, la locutora de LRA 24 Leda Sotto presenta el informativo Argentine News Bulletin, que después, en un inglés bastante afinado leen dos periodistas de la Radio Argentina Exterior (RAE), que se encarga de las emisiones de radio que produce hoy el Estado. Esta depende a su vez de Radio Televisión Argentina (RTA). Y aunque la RAE se presenta en siete idiomas -inglés, japonés, francés y chino, entre otros-, el Boletín Malvinas es el producto que más desarrollado tienen.

“Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de Argentina, la Radio Pública le trae las noticias ahora”, se oye una noche a Fernando Farías, la voz argentina en inglés que llega a las Malvinas. A veces se escucha la voz femenina de Miriam Turkula, también empleada de la RAE.

“Ningún argentino tiene dudas de que las Islas Malvinas pertenecen a nuestro país y entonces, como Estado, tenemos la obligación de mantener informados a los habitantes de ese territorio. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual lo establece como un derecho y su ejercicio se garantiza a través de la Radio Pública, capaz de llegar a cualquier punto del país”, razonó recientemente uno de los directivos de RAE, al cumplirse los dos años de la emisión. También dijo que la iniciativa buscaba “romper el cerco mediático” del archipiélago, adonde en realidad no llegan señales de televisión argentina pero sí de todas partes del mundo que se pueden ver por cable. Según la agencia Télam, el funcionario señaló que se buscaba “garantizar el derecho a la información a los habitantes de habla inglesa", de las Malvinas.

El Boletín Malvinas se elabora cada día, en las oficinas centrales, en Buenos Aires, de Radio Nacional. Y después se envía a su emisora en Río Grande, donde Soto, hace la presentación.

LRA24 nació en 1973, bajo la idea de las radiodifusoras de frontera, y tuvo un rol protagónico durante la guerra de 1982, sirviendo de guía a la fuerza aérea nacional durante los despegues y aterrizajes en Tierra del Fuego y en las islas. Por falta de equipo y envío de presupuesto, se quedó por años sin los 25 kilowats que le permitían un gran alcance. Los equipos mejoraron y ahora el servicio les llega a los kelpers de forma clarísima, aunque según pudo saber este diario, los kelpers le dan la espalda.

Desde LRA24 contaron a Clarín que lograron conversar con latinos que viven en Malvinas, que no se identificaron pero que les dieron el pulso de la calidad auditiva. Pero los comentarios por parte de la población anglosajona fueron negativos en la prensa local. Algunos, por ejemplo, se mofaron de que el presupuesto público argentino se destinara a una actividad “inútil” como la de convencerlos sobre la Argentina. A decir verdad la opinión pública en Malvinas tiene un fuerte peso negativo hacia la Argentina. Y se vive en un clima de profundo rechazo hacia los acercamientos al Continente, sobre todo a raíz de que el kirchnerismo endureció las políticas de vuelo, pesqueras e hidrocarburíferas.

Según se puede escuchar en los Boletines, la información suena meramente informativa, pero la línea editorial sigue la de Radio Nacional: noticias positivas sobre el Gobierno nacional y su política económica, como el reciente anuncio que hizo Cristina Kirchner sobre el aumento del salario mínimo. También suelen reportar las inauguraciones presidenciales de obras públicas; y ahora dan noticias sobre el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Entre una y otra información, mechan deporte, espectáculos y aspectos culturales como la “receta” de la empanada.

martes, 21 de julio de 2015

Malvinas: dar batalla en base a la ley

Tribuna.Fernando "Pino" Solanas

Luego de cuatro años, el Gobierno empezó a cumplir con la Ley 26.659, de mi autoría, aprobada unánimemente en 2011. Es uno de los instrumentos más avanzados para integrar una estrategia de presión sobre el Reino Unido con el fin de que acate las resoluciones internacionales que instan a dialogar sobre la disputa en el Atlántico Sur. Londres también incumplió acuerdos bilaterales de cooperación y de seguridad militar, desde el restablecimiento de relaciones en 1989 mediante los equívocos y contraproducentes Acuerdos de Madrid. Esos instrumentos nefastos fueron impulsados por el menemismo y concedieron la ilegal explotación pesquera, la política de hidrocarburos en Malvinas y la promoción y protección de inversiones británicas en la Argentina mediante la vigente Ley 24.184. Incluso existe, desde 1998, un acuerdo de cooperación militar con la potencia usurpadora.
El kirchnerismo jamás criticó estos acuerdos ni planteó terminarlos. Y el gobierno mantiene un doble estándar: las mismas empresas detrás de la megaminera y de nuestras fuentes de energía (British Petroleum controla el 60% de Cerro Dragón) y a las que el gobierno apaña, están vinculadas a la exploración ilegal petrolera en el Atlántico Sur. Las compañías que controlan el 76% de la minera Barrick Gold, que opera en Pascua Lama-Cerro Veladero, tienen el 40,5% de las acciones de Anglo Gold Asanthi que explota Cerro Vanguardia y el 55,9% de Goldcorp que explota las minas Bajo la Alumbrera y Cerro Negro. Ese grupo participa en el paquete accionario de empresas que operan en Malvinas: 33% en Rockhopper Exploration y Borders & Southern Petroleum, 25% en Desire Petroleum y 37.8% en Falkland Oil and Gas Ltd (FOGL). En 2013, Desire fue absorbida por FOGL. El Banco Barclays, contratado por el gobierno para el canje de deuda de 2010, y el Banco HSBC son accionistas de Desire Petroleum y TD Asset Management, un fondo de inversión estadounidense que es accionista de Barrick Gold y Goldcorp, que en la provincia de Santa Cruz operan en Cerro Negro, contando también con el 7,4% de las acciones de la británica Rockhopper y el 7,5% de las acciones de su par Desire Petroleum. Por su parte, BlackRock Group, fondo de inversión del Bank of America, además de ser accionista de mineras como Barrick Gold, tiene participación en Rockhopper, Desire Petroleum y Falkland Oil and Gas Ltd., contando en ésta última con el 49% de las acciones y correspondiendo el restante a PHP Billiton. A su vez BlackRock tiene el 3,53% del capital accionario de Repsol, el 5,9% de British Petroleum, el 3,0% de Telefónica de Argentina, mientras es accionista del Banco Santander y del HSBC. Goldman Sachs tiene pequeña participación en Borders & Southern Petroleum.
La ley 26.659 dispone fuertes sanciones a los intereses que actúan en nuestro país y que son accionistas directos o indirectos de las empresas petroleras presentes en Malvinas. Pero es evidente la falta de voluntad del gobierno para desarticular ese doble estándar que, por un lado, demanda a algunas de esas petroleras pero deja a resguardo los intereses de sus socios en Argentina continental, que también atentan contra nuestra soberanía y violan la ley.

Fernando "Pino" Solanas es senador nacional (Proyecto Sur)

miércoles, 1 de julio de 2015

DNI

Malvinasmiércoles 10 de junio 2015

10-06-2015

Malvinas: la historia del único veterano de guerra británico que vive en Argentina

Juan Pablo Parrilla

Por: Juan Pablo Parrilla jparrilla@infobae.com

Se negó a recibir la medalla del Atlántico Sur y dejó la Marina Real tras el conflicto. En 2012 se casó con una correntina. Defiende la soberanía argentina, pero no consigue el DNI

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  • James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

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    James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra", cuenta Laura. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

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  • James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo fantasmearon. Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

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    James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo "fantasmearon". Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

  • James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo fantasmearon. Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

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    James Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británico lo "fantasmearon". Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

  • Richards viajó desde Gibraltar a las Islas Malvinas en el HMS Antelope, una fragata de la Royal Navy. 

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    Richards viajó desde Gibraltar a las Islas Malvinas en el HMS Antelope, una fragata de la Royal Navy.

  • James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa. 

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    James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa.

  • James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa. Vine aquí por amor, vine aquí por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia, cuenta.  

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    James Richards vive en Los Antiguos, Santa Cruz, junto a su esposa, la correntina Laura Canessa. "Vine aquí por amor, vine aquí por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia", cuenta. 

  • Laura Canessa, la esposa de James Richards, tiene dos primos que combatieron en la Guerra de Malvinas y es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo.

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    Laura Canessa, la esposa de James Richards, tiene dos primos que combatieron en la Guerra de Malvinas y es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo.

  • James trabaja de carpintero, un oficio que aprendió de su abuelo. Me gustaría pasar una vida feliz y productiva dentro de la comunidad aquí, pero estoy siendo bloqueado, comenta, sobre la dificultad de conseguir DNI.

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    James trabaja de carpintero, un oficio que aprendió de su abuelo. "Me gustaría pasar una vida feliz y productiva dentro de la comunidad aquí, pero estoy siendo bloqueado", comenta, sobre la dificultad de conseguir DNI.

  • James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

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    James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra", cuenta Laura. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

  • James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

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    James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra", cuenta Laura. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

  • James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

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    James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra", cuenta Laura. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

  • James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra, cuenta Laura. Ese día decidimos trabajar por la paz, agrega.

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    James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque coincide con el principio y el final de la guerra", cuenta Laura. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

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Una historia de amor lo llevó a la Patagonia y sin quererlo terminó siendo el único veterano británico de la Guerra de Malvinas que vive en el país. Sin embargo, a pesar de que James Richards piensa que "las islas son argentinas", desde hace tres años pelea para conseguir la ciudadanía. "Mi pasaporte venció y estoy en el limbo", le contó a Infobae en la primera entrevista que brindó desde su arribo a las tierras frías del sur. En abril del año pasado le escribió una carta a la Presidente, pero aún no obtuvo una respuesta.

No sabía que iba a ir a una guerra. Cuando en abril de 1982 Argentina recuperó las Islas Malvinas, James Garry Richards era un suboficial que servía en la Marina Real británica, una fuerza a la que amaba y en la que se auguraba a sí mismo una larga carrera. El barco en el que prestaba servicio como ingeniero en armas estaba regresando a Inglaterra después de una ardua misión en el norte de África, pero repentinamente viró hacia Gibraltar, donde Richards tuvo que abordar el HMS Antelope, que partió hacia Malvinas. "Fui un virtual prisionero. No tuve derecho a elegir", evaluó.

A la tripulación le dijeron que sería algo sencillo, que las Fuerzas Armadas argentinas se rendirían en menos de una semana frente a una poderosa tropa con 900 años de experiencia. Sin embargo, el conflicto se extendió más de lo pensado. Richards estuvo a cargo del entrenamiento de los más jóvenes, así como del equipamiento de los buques y el mantenimiento del armamento. "Hice mi trabajo mientras estuve allí, por supuesto. Pero decidí que había sido suficiente para mí", contó.

James Richards - segunda parte

Cuando Richards regresó al condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, era otra persona. Se negó a recibir la medalla del Atlántico Sur, rechazó una pensión de veterano y dejó la Marina. El equivalente a casi dos años de salarios que le obligaron a pagar para compensar el dinero "invertido" en su preparación no fue un obstáculo. Y decidió reinventarse. Hasta empezó su propio negocio, diseñando equipamiento especial para veteranos, como sillas de ruedas.

"Todo el mundo me preguntaba qué había hecho en la guerra, pero yo no quería hablar de eso. De hecho, durante 29 años no lo hice. No hablé sobre cuestiones políticas, no leí los diarios militares, no hablé nada más sobre la Guerra de Malvinas", recordó.

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Richards asegura tras su baja de la Royal Navy, los servicios de inteligencia británicos lo "fantasmearon". Intentaron borrar su pasado. Fueron veteranos argentinos los que encontraron sus fotos durante la guerra.

Fue su esposa, la correntina Laura Canessa, la que lo animó a contar su experiencia en Malvinas. Ella es miembro de la organización internacional Mujeres de Paz en el Mundo y tiene un vínculo directo con la guerra, a través de sus primos: el teniente Bernardo Schweizer, quien fue el primer argentino en pisar las islas en la noche del 1 de abril de 1982 junto a un cabo, y su hermano Carlos, quien llegó en la segunda nave que desembarcó y también participó de la avanzada.

La pareja se conoció vía Facebook, en un grupo sobre Fórmula 1, de la que ambos son fanáticos. Eran los últimos días de 2010 y el flechazo, al parecer, fue casi instantáneo: apenas 36 días después Richards voló a la Argentina y 14 meses más tarde, un 2 de abril, contrajeron matrimonio, gracias a un permiso especial del registro civil. Se radicaron en la ciudad santacruceña de Los Antiguos, a más de mil kilómetros de Río Gallegos y cerca de la frontera con Chile. El veterano Carlos Schweizer fue uno de los padrinos de boda.

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James y Laura se casaron el 2 de abril de 2012 a las 8.30. "Elegimos esa hora porque fue la hora oficial del comienzo y el fin de las hostilidades", cuenta la correntina. "Ese día decidimos trabajar por la paz", agrega.

Las Malvinas, argentinas

El 3 de junio de 2012, Richards fue invitado por dos centros de veteranos de Santa Cruz para charlar sobre la guerra. Fue la única vez que habló en público del tema. Entre otras cosas, le preguntaron qué pensaba sobre la soberanía de las islas. Y si bien no respondió con palabras, hizo un gesto que despertó aplausos: mostró un gorro que tiene con un prendedor de las islas con los colores argentinos.

"La forma en que logro que las cosas salgan bien es trabajarlas yo mismo. Hice esto con Malvinas. Cuando llegué aquí no me di cuenta qué importante era el tema. En Gran Bretaña, después del conflicto, nadie hablaba de eso. Fue olvidado hasta hoy. Pero acá es un tema importante. Entonces, hice mis investigaciones. Busqué el punto de vista argentino, el punto de vista británico, el de los Estados Unidos, Rusia, China y de todos lados, y saqué mi propia conclusión", explicó.

¿Cuál fue? "Me pusieron en peligro al pelear por unas islas de las que nunca había oído hablar, para defender a personas que querían vivir en el lado opuesto del mundo a su patria. Esta fue una guerra que nunca debió haber sucedido y que sólo se produjo para servir a las ambiciones de dos políticos en caída que estaban desesperados por continuar con sus respectivas carreras sin importar el costo", observó, en una triple crítica a Margaret Thatcher, Leopoldo Galtieri y los kelpers.

Y aunque advirtió que no quiere ser parte de los argumentos políticos en torno a la soberanía, tiene una opinión formada. "Los dos países tienen explicaciones muy convincentes, pero el peso de la evidencia objetiva de las fuentes no interesadas me lleva a la inevitable conclusión de que las Malvinas son argentinas", sentenció.

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En el limbo

No sólo quiere vivir en la Patagonia. James Richards quiere ser argentino. Llegó al país con esa idea y desde hace tres años pelea por una ciudadanía que por ahora sólo es parte de sus sueños. Lo único que tiene es un "Certificado de residencia precaria" que debe renovar cada tres meses, para lo cual tiene que viajar casi 440 kilómetros desde Los Antiguos hasta Comodoro Rivadavia, muchas veces en invierno, a lo largo de las heladas carreteras de la Patagonia.

En 2014 decidió enviarle una carta a la presidente Cristina Kirchner, que el 14 de abril ingresó a la Casa Rosada. "Una y otra vez he completado los formularios y aplicaciones protocolares, pero no ha pasado nada, y no he recibido nada más que excusas, desinformación y más desinformación. Todo este proceso ha llevado tanto tiempo que mi pasaporte británico expiró, lo que me hace un prisionero virtual, debido a la exigencia de una identificación válida para viajar", escribió.

James Richards - primea parte

James espera que la ciudadanía no sólo le facilite la vida y le permita trabajar en blanco y acceder a un tratamiento médico, sino también poder viajar por el país y aceptar la propuesta de distintos centros de veteranos que lo han invitado a contar su experiencia. Es una prueba fehaciente de que el diálogo es posible.

Consultado sobre lo que le diría a la Presidente si tuviera la posibilidad de conversar con ella, contestó: "No quiero ninguna respuesta. No quiero saber por qué yo ni por qué ha sido tan difícil. Sólo me gustaría que proceda. Y que me digan, de una manera u otra, si voy a conseguir la ciudadanía en este país -en el que me voy a quedar-, o si voy a tener que seguir renovando el certificado que tengo cada 90 días". Y remató: "No vine aquí a representar a nadie. Vine aquí por amor, por una vida tranquila en un pequeño pueblo en la Patagonia. Sólo les pido que jueguen el juego, que sean justos conmigo".

* Colaboración: Adrián Bono – abono@infobae.com

Juan Pablo Parrilla

Infobae

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Pensión del Kelper Argentino

Polémica pensión como veterano de guerra para un kelper

FUE EMPLEADO CIVIL DE LADE EN TIEMPOS DE LA GUERRA.Alejandro Betts es kelper de origen británico, se nacionalizó argentino y defiende el reclamo nacional de soberanía

Alexander Jacob Betts Goss, el kelper de origen británico que se instaló en la provincia de Córdoba después de la guerra de 1982 y unió su voz al reclamo argentino por la soberanía de las Malvinas cobra una pensión del Estado nacional como veterano de guerra.

Con DNI argentino hace décadas bajo el nombre de Alejandro Jacobo Betts, y desde el año pasado con un polémico domicilio en las Malvinas que lo habilitó a votar en Tierra del Fuego, figura en los listados del Ministerio de Defensa como VGM. Aunque Betts nunca respondió a los llamados de Clarín, su pensión se calcula en alrededor de $ 13.000 mensuales.

Igual, en la Fuerza Aérea defendieron su beneficio, concedido hace unos cuatro años. Señalaron que se lo dieron como personal civil que trabajó en LADE, la emblemática empresa aérea argentina que operó en Malvinas bajo los Acuerdos de Comunicación firmados por Buenos Aires y Londres en 1971 “Se desempeño como auxiliar del despacho en aeropuerto, traductor oficial y tareas y generales de oficina” desde 1979 a 1982, dijeron.

Pero entonces Betts no era empleado argentino. Y su alta exposición recientemente al aceptar una invitación de la gobernadora fueguina Fabiana Ríos ser candidato al Parlasur, irritó aún más a sectores que consideran su pensión otrocaso de del inflado padrón de veteranos, que cobran discutibles pensiones de Malvinas. Allí estuvieron no más de 14.000 efectivos, pero cobran más de 23.000. El padrón comenzó a crecer con el gobierno de Carlos Menem. Entonces Betts, comenzó a desfilar por el Comité de Descolonización de la ONU, defendiendo el reclamo nacional.

Recientemente, la Comisión Nacional de Ex Combatientes criticó duramente un fallo de la Corte Suprema, que reconoció como veterano de guerra al ex suboficial de la Marina Carmelo Antonio Gerez, que durante la guerra estuvo en la base aeronaval de Puerto Belgrano y que tras el hundimiento del crucero general Belgrano fue trasladado a la base de Río Grande. El fallo podría habilitar cientos de juicios de los llamados soldados continentales, activos y en bases cercanas al teatro de operaciones. Estos reclaman ser reconocidos también como ex combatientes de Malvinas. Y con el reconocimiento, cobrar