miércoles, 7 de agosto de 2013

La flota aérea militar, sin mantenimiento ni inversiones

Pampa. Es un avión de entrenamiento y ataque ligero. Sólo funcionan 14.

06/08/13-Clarin

Falta de mantenimiento, bajísimos niveles de inversión y escaso adiestramiento de los pilotos. Estas son tres de las razones que determinaron que la Argentina se ubique entre los peores países del mundo en materia de defensa aérea. La situación se resume en una sola cifra: sólo un 17 por ciento de los aviones de la Fuerza Aérea está disponible para volar.

El dato fue revelado por un informe del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical en marzo de este año y publicado oportunamente por Clarín. La principal conclusión de ese trabajo -elaborado por el diputado Julio Martínez- fue que de cada 10 aviones, entre 1,5 a 1,7 están en servicio diariamente.

Según las estadísticas incluidas en el informe, en la región Brasil y Chile superan cómodamente la performance argentina, con un 50 por ciento de la flota disponible. Y en países del primer mundo, como Estados Unidos o Francia, alcanzan hasta 75 por ciento.

El deterioro se hace más visible en los modelos defensivos, de transporte o para adiestramiento. De los 53 Mirage III comprados a partir de 1968, apenas quedan 14 en el Grupo 6 de Caza de la VI Brigada Aérea, con asiento en Tandil. Pero la mayoría está en condiciones muy precarias, no tienen radar en servicio, lo que les impide interceptar aeronaves. Y sólo vuelan si cuentan con buenas condiciones meteorológicas.

La aeronave insignia de la Fuerza Aérea local en apoyo de fuego, el IA-58 Pucará, apenas cuenta con 34 aviones disponibles de los 200 que llegaron a fabricarse.

Respecto de los aviones de entrenamiento de pilotos, el informe elaborado por Martínez en base a partes diarios de unidades aéreas de todo el país, consigna que actualmente hay 34 B-45 Mentor de los 90 originales, y 27 Embraer EMB 312 Tucano.

En base a esto, la solución sugerida para que los alumnos hagan sus primeras horas de vuelo es el IA-73, un avión entrenador básico que se está desarrollando en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), en Córdoba.

El informe también resaltó que a la crisis de la flota se le suma el éxodo de los pilotos hacia las aerolíneas comerciales. Estima que ese proceso significa una pérdida económica enorme para el Estado, que invierte 10 millones de pesos por cada piloto.

El proceso de desinversión reflejado en el informe de Martínez se remonta a la década de 1980, aunque se profundizó en los últimos diez años. Durante la gestión de Horacio Jaunarena al frente del Ministerio de Defensa (2001-2003), el 50% de los aviones estaba en servicio. El porcentaje cayó hasta el 40% con José Pampuro y llegó a un 30% con Nilda Garré (2005-2010).

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