Ucrania no queda lejos de Malvinas
POR ATILIO MOLTENI EX EMBAJADOR EN ISRAEL
18/03/14 – CLARINLa crisis sobre Crimea se ha convertido en el mayor enfrentamiento entre Rusia y Occidente desde el fin de la Guerra Fría pues condiciona la orientación política futura de Ucrania. Comenzó el mes pasado cuando el gobierno pro ruso y corrupto del presidente Yanukovich fue derrocado por un levantamiento popular y se agravó por la ocupación militar de Crimea y los intentos del presidente Putin de separarla del resto de Ucrania.
Esta alternativa fue endosada por el Parlamento regional y se convocó a un referéndum, cuyo resultado estuvo sujeto al hecho de que la secesión es apoyada por el 60% de la población étnicamente rusa y debido a que la península fue parte de Rusia desde el siglo XVII hasta 1954, cuando Kruschev la cedió a Ucrania.
Rusia no quiere ver a Ucrania formando parte de la Unión Europea ni de la OTAN, mientras que las acciones rusas preocupan a los Estados que fueron parte de la Unión Soviética(que temen ser objeto de otros intentos similares) y motivó la reacción política de los Estados Unidos y de la Unión Europea que han anunciado sanciones ante las amenazas a la integridad territorial de Ucrania.
Una solución de compromiso sería otorgar a Crimea un estatus semiautónomo que fuera aceptado por Kiev y Moscú pero, por el momento, las acciones del presidente Putin no parecen orientadas a una solución diplomática. Concluido el referéndum, Moscú va a tener diferentes alternativas que van desde anexar este territorio o reconocer a Crimea como un territorio extranjero independiente. Sin embargo, en los últimos años la posición europea sostiene que las minorías étnicas no tienen el derecho a la separación unilateral, y ha sido compartida por Rusia en relación a territorios bajo su jurisdicción donde existen problemas similares, como Chechenia y Daguestán. En el año 2008 y después de un largo proceso la única excepción en Europa ha sido Kosovo, que se explica por la limpieza étnica de su población que llevó adelante Serbia.
La importancia que la comunidad internacional otorga en este caso al principio de la integridad territorial debe contar con el apoyo de la República Argentina, por las razones esgrimidas por Ucrania y por la relación de este concepto fundamental con la cuestión Malvinas, donde constituye la base del reclamo argentino, donde no existe un pueblo, conforme a la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sino una población cuyos intereses deben tenerse en cuenta. Sin embargo, a diferencia de su posición crítica de las acciones de Rusia en Crimea, en nuestro caso el Reino Unido no reconoce a Argentina su integridad territorial y sostiene que no tiene nada que negociar, a menos que los isleños estén dispuestos a hacerlo.
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