POR ROBERTO GARCÍA MORITÁN EX VICECANCILLER
06/03/14 – ClarinEl Reino Unido ha vuelto a designar a un diplomático de carrera como gobernador de las Islas Malvinas y Comisionado en las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur. El embajador Colin Roberts, con habilidades probadas en temas políticamente sensibles, pone en evidencia el grado de seguimiento de la Cancillería Británica en el archipiélago en disputa con la Argentina. Es, a la vez, una señal política a tener en cuenta.
El hecho que la última función diplomática de Roberts fuera la de Director de Europa Central y Asia Central, es un elemento que destaca la importancia profesional, como que haya sido hasta el 2012, Director de los Territorios de Ultramar.
Asimismo, transmite la impresión de que el cargo de gobernador no es simplemente representativo. La mayor autonomía de las Islas no abarca la política exterior ni visiones geoestratégicas.
Ese papel es exclusivo de Londres, como lo demostró la reciente visita a Malvinas del Secretario de Estado para América Latina, Hugo Swire.
Todo indicaría que el Reino Unido tendría la intención de iniciar una política renovada con relación a Malvinas como más activa, para compensar la acción diplomática multilateral de la Argentina. Una cuestión que, de confirmarse, tampoco debe pasar desapercibida.
La duda es si no es también una señal en el sentido que l a confrontación por la confrontación misma en el Atlántico Sur debe encontrar un curso de acción más diplomático. Si fuera el caso, debería ser aprovechado por Buenos Aires y retomar, como se hiciera en distintos momentos de la historia diplomática argentina, una estrategia más perseverante directamente con el Reino Unido.
Es hora que la Argentina cambie de táctica diplomática e intente recrear un vínculo aun cuando no sea formalmente un diálogo o una negociación. En nada afectaría sus derechos.
Existen ámbitos diversos, que no comprometen las respectivas posiciones políticas, que podrían ser aprovechados de manera más edificante. También sería oportuno ejecutar una diplomacia silenciosa que evite agravios para poder explorar el tejido de temas sustantivos sin alterar ánimos o provocar ofensas. La lista temática del acuerdo de Madrid de 1989 puede servir de ejemplo.
A pocas semanas de un nuevo aniversario de la recuperación de las Islas Malvinas, 32 años, como de la entrevista entre Francisco y la Reina Isabel II, un acercamiento concreto con el Reino Unido parece más que necesario. También intentar una reconciliación.
Toda una generación de argentinos y británicos solo conoce la enemistad y las recriminaciones cuando hubo una larga historia de grandes afinidades como lo demostró, entre otros, el Memorándum de Entendimiento de 1968 que solo requería fijar la fecha para la transferencia definitiva de la soberanía de las Islas Malvinas a la República Argentina.
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