lunes, 31 de octubre de 2011

Unasur

Unasur, contra la presencia británica en las Malvinas

 

La Unasur condenó ayer la presencia militar británica en las Islas Malvinas.

La declaración se aprobó en el marco de la Cumbre de mandatarios y cancilleres de la región que sesionó en Asunción del Paraguay tras la finalización de la Cumbre Iberoamericana.

“Como expresamente lo manifestara la Unasur el 12 de octubre de 2010, dicha presencia militar es contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia de soberanía sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, en particular a lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, dice la resolución.

Los integrantes de la Unasur ratificaron así “su firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.

El canciller Héctor Timerman, presente en la reunión, agradeció la resolución

sábado, 22 de octubre de 2011

La moneda de la discordia

22/10/11-Clarin

En Diputados circula un proyecto de ley para acuñar monedas conmemorativas de Malvinas. Ya tuvo dictamen favorable en las comisiones de Finanzas y Exteriores. Este fue presentado por la diputada Liliana Fadul, del Partido Federal Fueguino, y desató la furia de los isleños, que coparon Internet para proferirle hasta insultos.

El proyecto propone que el anverso de la moneda lleve la leyenda: “2012 – A treinta años de la gesta de las Islas Malvinas Argentinas – Loor a los caídos”, lo que reivindica el desembarco militar de 1982. En el reverso: “Las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son argentinos”

“El mayor perjuicio de cortar los vuelos lo va a sufrir Chile”

22/10/11 El enviado británico dijo que en las islas “lamentarían mucho” perder el contacto con Punta Arenas.

Por NATASHA NIEBIESKIKWIAT-Clarin

1982. UNA NAVE ARGENTINA SOBRE LA CASA DEL GOBERNADOR, CON BANDERA ARGENTINA. EL 2 DE ABRIL EN MALVINAS.

1982. UNA NAVE ARGENTINA SOBRE LA CASA DEL GOBERNADOR, CON BANDERA ARGENTINA. EL 2 DE ABRIL EN MALVINAS

A poco de volver de las islas Georgias y Sandwich del Sur, donde Londres también mantiene su unilateral dominio, el gobernador británico de las Malvinas y las islas del Atlántico Sur, Nigel Haywood, conversó con Clarín en una larga entrevista telefónica. En un lenguaje atento y rigurosamente diplomático, manifestó que “lamentarían muchísimo”perder los vínculos directos con Sudamérica de cumplir Cristina Kirchner su amenaza reciente en la Asamblea General de la ONU. Concretamente, a fines de setiembre, la Presidenta dijo que si el Reino Unido seguía incumpliendo el llamado argentino para hablar de la soberanía de Malvinas, se vería obligada a revisar los acuerdos de comunicaciones firmados en 1999 por los dos países. En la práctica ello significaría dar de baja un vuelo crucial para las islas que las une con semanalmente con la ciudad chilena de Punta Arenas y dos veces al mes con Río Gallegos.

“Chile se enojaría un poco si eso pasara. No puedo imaginar que sea eso lo que ella quiso decir”, señaló Haywood en el diálogo telefónico en el que manifestó cierto desconcierto y dudas sobre el verdadero alcance de las palabras de Cristina. Preguntó a Clarín este diplomático del Foreign Office si no refería la Presidenta sólo a la escala que hace la empresa Lan en Río Gallegos. “Sería llamativo que el gobierno tomara esa medida de interrumpir la comunicación entre otros dos países (uno de ellos para el gobernador es Malvinas)”, señaló cuando este diario le dio su impresión de que la mandataria se refería a la posibilidad de que se diera baja por completo al acuerdo y que con ello los aviones de Lan que van a Malvinas no puedan sobrevolar el espacio aéreo argentino.

“¿Cuál sería el impacto de cortar el vínculo? Creo que el mayor perjuicio sería para Chile, que tiene entre 150 y 200 chilenos trabajando en las islas y que verían limitada su posibilidad de trabajar donde quieren.”, señaló con cierta suspicacia que deja en claro que la clave para cualquier medida de máxima por parte de la Presidenta, depende del guiño que le den a sus intenciones la administración de Sebastián Piñera.

Chile es un aliado histórico del Reino Unido, al punto que es hasta el momento el único país de la región qu e sigue abasteciendo en sus puertos a los buques de guerra y de patrulla británicos que “custodian” a las islas del Atlántico Sur.

Haywood intentó restar importancia a otro endurecimiento argentino. “Tenemos vuelos regulares al Reino Unido. Las islas no van a quedar incomunicadas con el mundo”, sostuvo. Y consultado las relaciones entre las islas y el continente, las peores desde la guerra, dijo que entre Londres y Buenos Aires había relación positiva en determinados aspectos (economía, derechos humanos, G-20, medioambiente) expuso de manera tajante y clara lo siguiente: “Sería una lástima que quedáramos anclados en esta pelea. Creo que sería un error de cálculo fundamental sobre el temperamento británico y de las islas Falklands pensar que la presión nos hará ceder. No es lo que hacemos”.

Argüello: “Quieren el petróleo y los minerales”

 

22/10/11-Clarin

El embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, subió la apuesta en la cuestión Malvinas y ayer afirmó que Gran Bretaña “se lleva ilegalmente la pesca de nuestras aguas”. Lo acusó además de querer “llevar el petróleo y los minerales”.

Y denunció que mantiene una “costosísima base militar en las puertas de la región con mayor biodiversidad del mundo”, como lo es Sudamérica.

Argüello se expresó así ayer durante una ponencia ante alumnos de la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

“El mundo debe entender que los británicos se llevan ilegalmente la pesca de nuestras aguas, se quieren llevar el petróleo y los minerales. Mantienen una costosísima base militar en las puertas mismas de la región con mayor biodiversidad del mundo: Sudamérica”, expresó el embajador. Concluyó su disertación ante los estudiantes diciendo: “Ahora que ya saben todo lo que hay detrás de un plato de ‘Falklands Calamari’. Piensen dos veces antes de pedirlo”, en referencia a un plato muy conocido en los restaurantes de Ciudad del Cabo, elaborado con frutos de mar recolectados del mar argentino.

Hace unos días, Argüello mantuvo un contrapunto con el gobierno británico de Malvinas que le salió al cruce. A través de su cuenta en Twitter ( @FalklandsGov ), la administración isleña afirmó que un comentario previo de Argüello respecto de que los habitantes de las islas podrían emigrar al continente si Inglaterra recortara el presupuesto fue realizado “con una pobre investigación”. Además, señaló ó que las islas eran económicamente “autosuficientes”. Argüello, que está exponiendo la cuestión Malvinas en los ámbitos académicos internacionales había dicho en México que Londres evita “recortar el presupuesto de asistencia social y de empleo” en las Malvinas porque sus habitantes “emigrarían a La Argentina”.

viernes, 7 de octubre de 2011

Malvinas es una causa nacional, identitaria y justa

05/10/11 - Clarin

El reclamo por la soberanía en las islas ocupadas por Gran Bretaña no puede dejar de ser una prioridad de nuestra política exterior mientras el conflicto siga sin resolverse.

Por MARCELO KOHEN PROFESOR DE DERECHO INTERNACIONAL, INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS INTERNACIONALES Y DEL DESARROLLO, GINEBRA

Malvinas es una causa nacional, identitaria y justa

Malvinas es una causa nacional, identitaria y justa

  • A intervalos regulares desde 1982, algunos politólogos argentinos cuestionan la tradicional política nacional hacia Malvinas. El artículo “Malvinas: nuestro problema no son las islas sino la causa” publicado por Vicente Palermo en esta sección el 22 de septiembre es un ejemplo.

Entre sus propuestas para el debate están el reconocimiento de los deseos de los habitantes de las islas y tener una política de “cooperación de gran alcance” con los británicos sin discutir soberanía. Malvinas sería una causa del nacionalismo que condiciona y perjudica toda la política exterior argentina. El autor pone en tela de juicio la existencia de un despojo y la justeza de la causa argentina , que no admitiría discusión del lado argentino. Afirma que la Argentina tampoco acepta negociar y que su posición es “absolutamente rígida”. Me propongo refutar tanto las premisas como sus propuestas.

Malvinas no es un mero diferendo territorial, como por ejemplo los que tuvimos con Chile, en los que se trataba de interpretar un tratado de límites. Los hechos son bien conocidos. La Argentina no está desempolvando un viejo conflicto territorial ya saldado. No se trata de hacer renacer una reivindicación de un territorio que alguna vez fue nuestro y hoy es de otro, como si Méjico reivindicara hoy California o Texas.

Los sucesivos gobiernos argentinos protestaron, reclamaron la devolución, la negociación, el arbitraje y se chocaron siempre con el rechazo prepotente del más fuerte . La cuestión Malvinas está pendiente, como lo reconocen las Naciones Unidas y la mayoría aplastante de la comunidad internacional. Las resoluciones de la ONU no sólo piden a las partes negociar soberanía, califican a la situación colonial como especial, que debe terminar mediante la solución de la disputa de soberanía, no reconoce los deseos sino los intereses de los habitantes y – a diferencia de otras situaciones coloniales- no incluye el derecho de libre determinación como aplicable al conflicto.

La Argentina ha sufrido una mutilación territorial y desde hace 178 años brega por que ese despojo termine. Una historia tan larga como la del país.

Esto explica que la causa de Malvinas forme parte de nuestra identidad nacional . Como lo fue la Alsacia-Lorena para Francia. Como lo fue para la India poner fin a los enclaves coloniales franceses y portugueses después de su independencia del Reino Unido.

Que el nacionalismo ultramontano o una dictadura hayan instrumentalizado la causa Malvinas no basta para desecharla. Un argumento británico que retoma Palermo es el de la supuesta inflexibilidad argentina que haría la negociación estéril, como lo probaría la disposición constitucional transitoria.

La Argentina dio amplias pruebas de su flexibilidad: sucesivos gobiernos estuvieron dispuestos a dar prácticamente todo si se reconoce que la Argentina es soberana.

Fórmulas como la de Hong-Kong o arriendo por un largo período fueron avanzadas. Que una parte fije su posición en una disposición constitucional no es un obstáculo a la negociación. De lo contrario, también lo sería el Acta de los “Territorios Británicos de Ultramar” que define a las islas como tales.

Otro elemento clave de la acción británica hacia la opinión pública argentina es incorporar la idea que son los habitantes de las islas quienes deben decidir . Es decir que ciudadanos británicos decidan un conflicto entre el Reino Unido y la Argentina. Una población constituida sobre la base del control migratorio colonial, en la que los argentinos son discriminados y cualquier súbdito de Su Majestad que se instala forma parte de su cuerpo electoral en pocos años.

Los dirigentes isleños tienen además una cuota importante de responsabilidad en el fracaso de las negociaciones que se abrieran con motivo de la aprobación de la resolución 2065. Impulsaron la “Fortaleza Falkland” antes de 1982. La manera en que se percibe en Malvinas a los isleños que deciden ejercer la ciudadanía argentina y habitar en el continente es otra muestra elocuente de intransigencia.

La dictadura militar utilizó en 1982 un método inapropiado invocando una causa justa . El fin no justifica los medios. La Argentina democrática así lo reconoció desde 1983. El 2 de abril es el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra, no el Día de las Malvinas. Hubo jóvenes que dieron sus vidas y otros que volvieron al continente marcados para siempre. Que haya un día para el recuerdo y el homenaje es algo que va más allá del conflicto con el Reino Unido.

Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner pusieron fin a la política de concesiones seguida por el presidente Menem. La denuncia del acuerdo de hidrocarburos, que la Alianza prometió y el presidente De La Rúa no cumplió, fue una actitud de preservación de las riquezas naturales.

Se trataba de un acuerdo que facilitaba la seguridad jurídica de la exploración y explotación británica sin obtener nada a cambio.

La causa Malvinas seguirá presente como una de las prioridades en nuestra política exterior mientras el conflicto no se resuelva. Delegar su solución a las generaciones futuras equivale a abandonar la causa. Lo que cabe es discutir en el marco de una política de Estado cuáles son los métodos apropiados para imponer al Reino Unido la solución pacífica de la controversia, como lo exige el Derecho Internacional.

lunes, 3 de octubre de 2011

Revelan documentos secretos de la guerra de las Malvinas

 

02/10/11-Clarin

El autor relata cómo se desató el conflicto y el derrumbe de la dictadura. Aquí un fragmento del libro.

EQUIVOCADO. GALTIERI PENSO QUE ESTADOS UNIDOS SE IBA A ALINEAR CON BUENOS AIRES EN CONTRA DE INGLATERRA. 

EQUIVOCADO. GALTIERI PENSO QUE ESTADOS UNIDOS SE IBA A ALINEAR CON BUENOS AIRES EN CONTRA DE INGLATERRA.

Galtieri : “¿Qué hago?” Costa Méndez : “Mire Presidente, si Breznev lo llama a usted, usted no puede negarse, bueno, si Reagan lo llama a usted, usted no puede negarse”.

Años más tarde, Costa Méndez dijo que “a las 22.30 el ‘timing’ fue favorable a la intención de Galtieri, porque la comunicación llegó una media hora después de lo que se llama ‘Fail Safe’, el momento en que se interrumpen las comunicaciones con los buques que intervendrían en la invasión y con los submarinos.

Era la hora del “no retorno”, ya no había marcha atrás . Como dijo un alto funcionario argentino de la época, “ a Reagan lo ningunearon ”.

En la tarde del 1º de abril, Nicanor Costa Méndez sabía que tarde o temprano deberían atenderle el teléfono al jefe de la Casa Blanca. Encargó a su “equipo especial” preparar una minuta sobre lo que debería decir Galtieri durante su diálogo con Reagan. Cerca de las 20 horas le dijo a Roberto “Boby” García Moritán, uno de sus secretarios: “vas a ir vos a la Casa Rosada y vas a ser el traductor”. “Canoro” debería haber presenciado el diálogo (como lo hará en otras ocasiones) pero no fue: Temía que la situación se volviera incontrolable, como sucedió, o porque él no sería la figura principal de la escena. No lo decía en público pero había problemas de “cartel”.

A las 21, el Secretario de Embajada, Roberto García Moritán, con apenas treinta y dos años, entró al despacho del presidente de los argentinos. Lo estaban esperando Galtieri, el almirante Benito Moya y el general Iglesias. García Moritán, después de los saludos protocolares, le entregó la minuta.

Galtieri la leyó y luego se la pasó a Moya e Iglesias. Como único comentario escuchó de uno de ellos una frase crítica: “Demasiado suave … ustedes los diplomáticos”. Pocos minutos más tarde observó cómo entraba un circunspecto coronel de Inteligencia que procedió a conectar un grabador de cinta abierta al teléfono que usaría el Presidente de la Argentina. Realizó su tarea y se retiró del despacho. El joven diplomático pensó que Galtieri tenía un teléfono especial pero no fue así, en ese momento usaba el clásico aparato negro de bakelita que proveía ENTel . A la hora acordada, un edecán presidencial entró al despacho y dijo: “Señor Presidente, está lista la comunicación con la Casa Blanca” . García Moritán se paró, levantó el tubo y escuchó del otro lado, en inglés, “¿la traducción la van a hacer ustedes?”. “Yes” respondió el diplomático.

Entonces Galtieri y García Moritán se pararon uno al lado de otro, pegaron sus caras con el tubo en el medio para escuchar, ofreciendo una imagen más proclive a una película cómica que a la gravedad que se vivía. Un crítico de cine, con alguna imaginación, pensaría estar viendo al general Jack D. Reaper, el presidente Merkin Muffley y al capitán Lionel Mandrake, personajes de “Doctor Insólito”, que supo encarnar Peter Sellers bajo la dirección de Stanley Kubrick en 1964.

Después de los acostumbrados saludos de estilo, Reagan dice que “tenía noticias que la Argentina adoptaría una medida de fuerza en las islas Malvinas” y que está “muy preocupado por las repercusiones que una acción de este tipo podría tener”. Respondiendo, Galtieri hizo una larga exposición sobre los derechos argentinos y la posición oficial al respecto. Viendo que el método que estaba utilizando con el diplomático era tan incómodo como ineficaz, ya que él era más alto y no hablaba correctamente el inglés (tan es así que un mes más tarde, conversando con el presidente peruano Fernando Belaúnde Terry le confesaría que “mi inglés es muy pobre”), Galtieri se sentó en su sillón presidencial y escuchaba el relato de García Moritán y respondía lentamente para dar tiempo a una correcta traducción. Los otros dos jefes militares se limitaron a mirar y escuchar.

En un momento, Reagan dijo que la Primera Ministra británica era amiga suya y que Gran Bretaña era un aliado “muy particular de los Estados Unidos”, y cuando habló de lo que opinaría “la opinión norteamericana” en caso de un enfrentamiento armado, Galtieri se exasperó y levantando la voz y apuntándolo con el dedo le dijo a García Moritán: “Eso no lo dijo … no puede decir eso”. Tras afirmar esto se hundió en un profundo silencio . El Presidente de los Estados Unidos continuó hablando, y Galtieri permaneció pensativo, en silencio. Entonces García Moritán les dice a los jefes militares presentes: “¿Le contesto sobre la base de la minuta?”, recibiendo como toda respuesta un seco “sí”. En pocas palabras, el diplomático terminó conversando con Ronald Reagan, como pudo, ante la mudez de Galtieri. Una vez que terminó el diálogo telefónico, el teniente general Galtieri volvió a reiterar que dudaba de la calidad de la traducción. Mandó llamar a los gritos al coronel de Inteligencia que esperaba en la antesala del amplio despacho. “¡Coronel, ponga la grabación!”, ordenó.

El alto oficial rebobinó, mientras García Moritán imaginaba que su carrera diplomática estaba al borde del precipicio. Seguramente pensó en su esposa Lucila y en “para qué carajo me quedé en Buenos Aires, cuando estaba destinado a Ginebra”. Una vez que la cinta volvió al principio, el coronel paró el retroceso. Apretó “Play”, se escuchó “clic” y luego un largo zumbido … y nada más.

El oficial de Inteligencia no había ligado bien a los aparatos y nada había sido registrado . Manteniendo un rictus de pesar, García Moritán vio como Galtieri hacía salir “a salto de rana” a un Coronel de la Nación … una imagen entre patética y humillante que, seguramente, nunca olvidaría. Así comenzaba un enfrentamiento armado contra la tercera potencia militar y tecnológica del planeta.

Malvinas: los archivos de la guerra deben ser abiertos

02/10/11-Clarin

Por icardo Kirschbaum: EDITOR GENERAL DE CLARIN

El 2 de abril del 2012 se cumplirán 30 años del desembarco argentino en las islas Malvinas. Será tiempo de volver a poner en debate aquella frustración, que abrió paso a la restauración democrática, y los motivos y los responsables de aquella decisión . Malvinas siempre ha sido una causa nacional que atraviesa a toda la sociedad, una emoción sin edades. Pero también fue una piedra de toque, una excusa o una razón, un recurso al que se echó mano para distraernos de graves cuestiones internas . La guerra perdida en 1982 no ha sido asumida, aunque sus consecuencias son evidentes. Cualquiera sea el balance de aquellos trágicos días de ese otoño dramático, se concluirá en que la posición argentina respecto de las islas ha retrocedido y lo que se había avanzado en la negociación ya no existe. Más aún: la autodeterminación de las islas está en la agenda, a pesar de los esfuerzos diplomáticos por enfrentarla.

Hay que establecer oficialmente qué pasó realmente para que las Fuerzas Armadas de la Argentina, anticomunistas y que colaboraban clandestinamente con la CIA en Honduras y Nicaragua contra los sandinistas, con un ideario reaccionario y ultramontano, terminaran aliadas a Kadafi, Fidel Castro y los No Alineados. Esa esquizofrenia se verificó durante la guerra con Gran Bretaña y los cruzados anticomunistas terminaron cercados por las potencias occidentales en cuyo nombre decían combatir hasta el exterminio a la disidencia en el país.

Hasta ahora, la investigación periodística ha avanzado mucho más rápido y profundo que el moroso empeño oficial por desentrañar esa guerra. Uno de esos aportes se publica hoy en Clarín como un adelanto de los trabajos que seguramente verán la luz por el 30° aniversario . Se conocen así hechos, protagonistas y decisiones que estaban, como tantos otros, enterrados para ser olvidados.

La Presidenta ha amenazado en las Naciones Unidas con suspender los vuelos a las islas Malvinas con escala en la Argentina. La conexión aérea tiene base en Punta Arenas, Chile. Una vez por mes, se hace la escala aquí para seguir hacia la capital malvinense. En verdad, Argentina no ha abandonado nunca el reclamo en la ONU ni la diplomacia sobre una cuestión colonial que es una rémora histórica .

A treinta años de aquella guerra perdida, los archivos secretos de aquellos días –como otros papeles que siguen protegidos- son de imposible acceso para una investigación histórica. Lo que se ha conseguido revelar, que es muchísimo, ha sido posible porque hubo fuentes públicas y privadas que abrieron sus archivos personales. A pesar del discurso actual, el Estado sigue resistiéndose al escrutinio público .

Sería una gran contribución que por ley se remuevan los cerrojos y se acceda a esa información clave sobre la verdad histórica.

sábado, 1 de octubre de 2011

“Sin poderío, la presión por Malvinas es verso”

30/09/11 - 02:02-Clarin

Recientemente, en su discurso ante la ONU, la Presidenta apeló al tema de la soberanía de nuestras Malvinas. Lamentablemente, esta única herramienta que se posee tampoco es de gran utilidad, porque no se ha actuado en consonancia como para hacerla pesar como un argumento fuerte. Hay países que en la ONU tienen derecho a veto, y justamente son los más poderosos bélicamente hablando.

Mientras tanto, Argentina vuelve a “advertir” para la tribuna: 1) Inglaterra posee tres islas desde las cuales, como en la Guerra de Malvinas, se abastece: Santa Helena, Ascensión y Tristán Da Cunha. 2) Desde Punta arenas pasa todo lo que uno quiera. Así como Piñera se congració con Argentina en 1999 para la firma del tratado en cuestión, (él era el presidente de Lan y suspendió vuelos) sólo por unos meses; es difícil que lo vuelva a hacer por más tiempo (en ese entonces lo hizo porque Pinochet estaba preso en la mansión de Londres). Además, para los ingleses eso molesta, pero no es un ahogo. 3) Curiosa ha sido la portada del Penguin News al respecto, mostrando a los ciudadanos chilenos que viven en Puerto Argentino festejando su independencia alegremente junto a los kelpers.

4) Argentina advirtió con algo un poco más concreto 12 meses: instalar una base petrolera en el límite de las 200 millas marinas frente a la inglesa. Pero no hubo novedades. 5) Hace unos años, el presidente Lula realizó la mayor compra de insumos para las FF.AA. de Brasil. Y siempre se lo ha considerado de izquierda. Argentina no posee ni siquiera aviones para parar a los narcos en el norte, y sus FF. AA. están derruidas. No hay que pensarlo como conflicto bélico. Hay que verlo cómo presión efectiva y respeto. 7) Mientras que el Gobierno “tribunea”, Londres ya envía insumos para mejorar en las islas los rindes agrícolas. Nos guste o no, sin poderío, la presión por Malvinas es verso.

Juan Manuel Duarte
juanmaduarte@yahoo.com