domingo, 10 de octubre de 2010

Por ejercicios en Malvinas, Cristina llamó “piratas” a los británicos


10/10/10 El Gobierno protestó formalmente ante el anuncio de maniobras con misiles en las islas.
Un nuevo cortocircuito diplomático que involucra la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas quedó planteado ayer entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña.
El Gobierno salió a rechazar la realización de ejercicios militares británicos que incluyen el disparo de misiles desde las islas Malvinas y anticipó que llevará su reclamo y protesta ante las Naciones Unidades, la OEA y la Unasur.

Tras el anuncio que efectuó el vicecanciller Alberto D’alotto, la presidenta Cristina Kirchner manifestó desde Twitter que la intención de Gran Bretaña de concretar los ejercicios militares “es de una gravedad inusitada” y lanzó un interrogante a modo de conclusión con términos de uso infrecuente para un jefe de Estado: “Síntesis: ¿Piratas for ever?’”, dijo.

El anuncio se produjo el mismo día que Clarín informó sobre el proyecto de los kelpers de construir un puerto en la Isla Soledad para abastecer a la industria petrolera en torno a Malvinas.

Fuentes de la embajada británica consultadas por Clarín se mostraron “sorprendidas” ante la reacción del Gobierno e indicaron que este tipo de ejercicio se realiza con regularidad en las islas.

En un Casa Rosada semivacía, D’alotto sostuvo que el “Gobierno rechaza la realización de los ejercicios militares por constituir una provocación inaceptable y susceptible de generar una carrera armamentista en la región que se contrapone totalmente a la política argentina de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia”.

Por medio de una protesta formal remitida a la embajada de Gran Bretaña, el Gobierno destacó que “se trata de una nueva provocación” y advirtió que “los ejercicios militares contravienen el objeto y fin de los acuerdos bilaterales sobre medidas de fomento de la confianza en el orden militar vigentes entre los dos países”.

Según explicó D´alotto, el Gobierno tomó conocimiento de las prácticas el viernes cuando las fuerzas británicas le comunicaron al Servicio de Hidrografía Naval la realización de los ejercicios que incluyen el disparo de misiles desde el territorio de Malvinas.

Tras exigir a las autoridades británicas que se “abstengan” de llevar a cabo dichos ejercicios, la administración kirchnerista afirmó que este hecho “se suma a larga lista de acciones unilaterales que Gran Bretaña realiza en contravención” a resoluciones de la ONU.

Al referirse a la situación planteada, la jefa de Estado sostuvo en su cuenta de Twitter que se trata un “típico colonialismo del siglo XIX y un anacrónico uso de la fuerza, violando el derecho internacional”. “No les importa. Claro ejemplo de doble estándar”, señaló la presidenta en otro twitt.

El canciller Héctor Timerman, también desde Twitter, afirmó que “es clara la intención provocadora y el deseo de militarizar el Atlántico Sur. A esto sumale el petróleo y entendés al colonialismo”.

De acuerdo con la información brindada por D´alotto, las prácticas de los fuerzas militares británicas en las Islas Malvinas tendrán inicio hoy y se extenderán hasta el 22 de octubre. Según las informaciones de los sitios Web británicos de temas de defensa, los ejercicios que cuestiona el Gobierno se realizan desde hace años en Malvinas.

Las practicas de este año se efectuarán en Port Harriet , donde existe un polígono de tiro desde donde se prevén disparar varios cohetes “Rapiers”. Estos misiles se encuentran en las Islas desde hace 28 años y se caracterizan por ser del tipo “tierra-agua” que pueden impactar en blancos voladores.

Antecedentes

La relación entre Londres y Buenos Aires se recalentó cuando se conoció que iba a llegar una plataforma petrolera para iniciar exploraciones en aguas de Malvinas en disputa. Los kelpers ya lo habían intentado, sin éxito, en la década del 90.

El 16 de febrero, Cristina Kirchner firmó un decreto a través del cual se indicó que todos los barcos que se dirijan hacia o desde las Islas Malvinas a puertos nacionales deberán contar con un permiso previo de la Argentina.

Cuatro días más tarde, pese a la negativa argentina, llegó a las Islas la plataforma submarina Ocean Guardian, decidida a iniciar la búsqueda de petróleo.

El gobierno argentino condenó la iniciativa e insistió en la necesidad de negociar la soberanía de las islas en el marco de las Naciones Unidas.

Fuente: Clarin 10 Octubre 2010

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