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- 21/12/14
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Hay un dicho que asegura que el primer muerto en una guerra es la verdad. La aparición hace unos meses de un veterano británico del conflicto por Malvinas que quería devolver un casco que, según él, le quitó a un soldado argentino que mató con su bayoneta, revolucionó aguas en Londres y en Buenos Aires. Las coordenadas de ese ex combatiente llevaban a la familia de un joven en la provincia de Buenos Aires. Pero tras semanas de entrevistas de este diario tras las desmentidas de ex camaradas de ese veterano que combatió con la 2da Guardia Escocesa en Monte Tumbledown, sólo quedan dudas sobre lo ocurrido en aquella feroz batalla, librada a pocas horas de la rendición argentina ante Gran Bretaña, el 14 de junio de 1982.
Ni quienes desmienten a Gordon Hoggan, el veterano británico, ni quienes dan testimonio en la Argentina sobre Tumbledown, pudieron develar la historia del casco y la bayoneta.
Todo comenzó cuando Hoggan, escocés de nacimiento y quien padeció un fuerte trauma por la guerra de Malvinas -llegó a tener problemas por abuso de drogas y alcohol- apareció dando testimonio a la agencia de noticias France Presse. En realidad, ya desde 2012 venía hablando ante los medios británicos del casco que se llevó de Malvinas pero ahora con AFP apareció queriendo devolverlo. Hoggan señaló que había combatido con la Compañía G de los guardias escoceses, aquella noche del 13 y 14 de junio, en la que hubo tres ataques británicos sobre Tumbledown. El último duró horas, y fue contra apenas 40 argentinos de la 4ta sección de la Compañía Nácar del Batallón de Infantería de Marina 5. Fue un grupo de marines completado con personal de ejército, que la historia oficial argentina diluyó en generalidades en la actuación sumamente preparada que mostró el BIM5 en Malvinas.
Tras semanas de consultas, la investigadora Alicia Panero, autora de Mujeres Invisibles (las que estuvieron en la guerra de Malvinas), e información de ex combatientes del BIM 5, el testimonio de Hoggan llevaba a José Luis Galarza, un joven dragoneante, que se ofreció de voluntario para la guerra de Malvinas cuando hacía el servicio en Río Grande, Tierra del Fuego.
Por los testimonios dados en público de quien fuera jefe de la 4ta sección de la Compañía Nácar, el ex capitán de navío Carlos Daniel Vázquez, Galarza murió de un ballonetazo en el pecho aquella madrugada del 14 de de junio.
En base a esas coordenadas, Clarín entrevistó a Miguel Galarza, padre de José Luis, quien dijo que si ese era el casco de su hijo lo quería. Pocos días después, cuando esta historia comenzó a dar vueltas por el mundo, el diario The Mail on Sunday publicaba un artículo con fuentes no identificadas que acusaban a Hoggan de fabricar la historia de la bayoneta y el casco. Las desmentidas -nunca desde el gobierno británico- sostenían que Hoggan no podía haber bayoneteado a ningún argentino porque la compañía G de los Guardias Escoceses a la que perteneció no se cruzó con argentinos por la zona que entró a Tumbledown.
La misma versión sostiene Mike Seear en su libro Retorno a Tumbledown, donde en numerosos emails dan cuenta de que Hoggan y Galarza nunca pudieron encontrarse. Seear escribió varios emails a este diario advirtiendo que se hacía mucho daño a la historia pero nunca explicó al mismo tiempo por qué mentiría Hoggan, quien brindó testimonio de esa batalla para su libro. Para las fuentes del Mail on Sunday como indica la historia oficial fue el Left Flank el que combatió con los últimos hombres en Tumbledown, en una de las más feroces batallas de Malvinas, y en las que los británicos usaron misiles, artillería pesada, ballonetas y se dice, también granadas con fosfato.
En las varias llamadas telefónicas que le hizo Clarín a su casa en el norte de Inglaterra, Hoggan siempre sostuvo que decía la verdad, y que había matado a un argentino de un ballonetazo en el cuello.
En Argentina, hay versiones también encontradas sobre la muerte del propio Galarza. En la Armada informaron a este diario que murió de tiros. Esa versión es la que proviene de quien fuera comandante del BIM 5 en la guerra de Malvina, el fallecido ex contralmirante Carlos Robacio, quien mantuvo una fuerte puja con Vázquez, cuya sección de unos 40 hombres fue prácticamente borrada de la versión oficial, aunque fue la que combatió hasta el final. Incluso dentro de ese viejo grupo hay quienes opinan que los veteranos y ex combatientes de la 4ta sección de la Nácar debería haber recibido medallas por el valor en combate.
También lo piensa Pablo Rodriguez, un ex combatiente de ese grupo de Vázquez. Rodríguez aseguró a Clarín que Galarza murió de un bayonetazo pero que no pudo ser Hoggan quien lo mató porque a "ese inglés lo abatimos en una lluvia de tiros".
Por su parte, Panero consiguió estos testimonios de otros integrantes del mismo grupo. Carlos Alfredo Villa dijo: "Dudas respecto de como murió Galarza no hay. Respecto del inglés, no lo sé. Estuve en Tumbledown como parte de la Sección 4 Nácar del BIM5, no vi la herida de Galarza, pero estaba lleno de sangre, sobre todo en el pecho. Vazquez tiene que saber bien donde fue la herida. El juntó los muertos". En sus testimonios, Vázquez, que se quejó incluso de no haber recibido refuerzos en esas últimas horas del 14 de junio afirmó que le dieron bayonetazos en el pecho.
Hoggan afirmó que mató a un infante de Marina pero Rodríguez dice que los otros bayoneteados deben haber sido de ejército.
Néstor Anton, estudioso e investigador que trata de reconstruir la Batalla de Tumbledown, respondió a Panero que "Hoggan relata una acción dinámica y a oscuras, y habla del cuello, Vázquez, quien vio el cadáver a plena luz del dia, una vez finalizado el combate habla de pecho".
En Tumbledown se afirma que murieron 20 argentinos y 9 británicos. Pero se han dicho muchas cosas. Desde el Reino Unido que bajaron 30 enemigos. Desde Argentina que mataron a más de 300 "ingleses" cuando el total de muertos británicos fue de 255.
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