martes, 10 de septiembre de 2013

Argentina y Chile, unidos en la Antártida

POR JUAN GABRIEL TOKATLIAN DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA Y ESTUDIOS INTERNACIONALES DE UTDT

Argentina y Chile, unidos en la Antártida

10/09/13 -  Clarin

Siete razones básicas deberían conducir a que el Estado y la sociedad repiensen el tema de la Antártida en la política interna y exteriorde la Argentina.

Primero, la creciente incertidumbre acompañada de inquietantes niveles de pugnacidad entre los principales países del sistema internacional. Segundo, los vertiginosos avances científico-tecnológicos que aceleran las transformaciones y los retos en la política mundial. Tercero, la urgencia de revertir el deterioro ambiental y de asegurar una estrategia de sostenibilidad ecológica en los planos global, regional y polar. Cuarto, la necesidad de concebir unidades políticas amalgamadas que garanticen, en la vecindad más próxima, el bienestar, la autonomía y la seguridad de distintas comunidades nacionales. Quinto, el aprovechamiento de los grandes progresos en el campo de la distensión, la cooperación y la concordia desarrollados con Chile en la últimas dos décadas. Sexto, la relevancia de concebir la cuestión Malvinas entrelazada con los asuntos del Atlántico Sur y la Antártida.

Y séptimo, la necesidad de tener al menos un proyecto de largo plazo movilizador y convocante entre los argentinos, cubriendo un amplio abanico político y social.

En ese contexto, el vínculo con Chile resulta esencial. En efecto, a pesar de altibajos episódicos, la relación argentino-chilena es hoy más estrecha y productiva que en cualquier otro momento histórico. No solo existen muchos beneficios económicos mutuos debido al comercio y las inversiones sino que también hay trascendentales logros recientes en el terreno diplomático y militar. Por ejemplo, Argentina y Chile comparten de modo muy aproximado el porcentaje de sus coincidencias respecto a Estados Unidos en el seno de Naciones Unidas: para 2010, 2011 y 2012, los datos arrojan 39.7%, 48.7% y 37.8% para la Argentina y 39.1%, 50.0% y 39.0% para Chile. A su vez, en un hecho sin precedentes entre países periféricos, Buenos Aires y Santiago han conformado la Fuerza de Paz Binacional “Cruz del Sur” para misiones pacificadoras avaladas plenamente por el Consejo de Seguridad de la ONU.

En los últimos años, y en relación con la Antártida, ambos países han compartido una mirada común y contraria a la extensión de la plataforma marítima que ha procurado Gran Bretaña.

Cabe recordar además que Londres pretende para sí la totalidad del territorio antártico argentino y buena parte del chileno.

En este sentido y en vista de los motivos inicialmente expuestos, cabría contemplar la gradual configuración de una co-soberanía argentino-chilena en torno a los espacios antárticos que los dos reclaman y que ninguno ha puesto en entredicho desde 1947.

A partir de una visión cosmopolita en ambas naciones, se procuraría profundizar un proyecto vasto de “integración antártica” que facilite llegar a una condición co-soberana.

En esa dirección, las bases permanentes y ocasionales, así como los campamentos y refugios de uno y otro se ocuparían y se manejarían de modo compartido.

Los planes científicos, técnicos y de servicios para la Antártida se elaborarían y aplicarían conjuntamente.

Las medidas de protección ambiental también se establecerían y ejecutarían por acuerdo entre las partes. Las políticas de seguridad en la zona polar y su entorno serían diseñadas y desplegadas como parte de una política concertada y cuyo principio conceptual sería el de defensa cooperativa.

En materia internacional, ante todos los foros y frente a diversas contrapartes individuales y/o colectivas, los dos países pondrían en marcha una estrategia unívoca cuyo pilar debiera ser la preservación de la Antártida como zona de paz y reserva de la humanidad.

En breve, se trataría de llevar a cabo un experimento desafiante para el país, inédito para América Latina y valioso en las actuales circunstancias internacionales: alcanzar una co-soberanía argentino-chilena sobre una porción de la Antártida.

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