La canciller anticipó la estrategia para encausar la relación con el Reino Unido. Además, remarcó la necesidad de avanzar en un acuerdo UE-Mercosur y habló del encuentro con Biden y Netanyahu
La canciller argentina Susana Malcorra es una de las funcionarias más activas
del Gobierno en el Foro Económico de Davos. Su tarea en el armado de la agenda
presidencial resultó clave a la hora de cumplir con el objetivo de reinsertar a
la Argentina en el contexto internacional. Hoy Macri será el primer presidente
argentino desde la guerra de Malvinas en sentarse a hablar con el premier
británico, en un intento por avanzar por un camino de entendimiento en
diferentes temas que ayuden a destrabar la discusión por la soberanía del
archipiélago. Pero también se reunirá con el vicepresidente de EE.UU. Joe Biden,
con el tema holdouts de fondo; con el primer ministro israelí Benjamin
Netanyahu; la reina Máxima Zorreguieta; el presidente de México, Enrique Peña
Nieto y los mandatarios de Francia, Irlanda, Suiza y Holanda. Y ayer, tras una
jornada intensa, Malcorra dialogó de todos estos temas con El Cronista.
¿Cómo ha sido el resultado del primer día de trabajo en Davos?
Muy positivo. Hay mucho interés de otros países de entender qué está pasando en la Argentina. De proponer visitas con delegaciones de empresarios, para discutir cuestiones vinculadas no solamente a la agenda bilateral política, sino a la agenda de potenciales inversiones o comercio. Lo que se está notando es que hay un enorme interés que a través de estos contactos y contar la historia como la vemos nosotros debiera ponerse en concreto con gente viniendo y con inversiones comprometidas.
¿Con quiénes estuvo reunida?
Estuve con la canciller de Lichtenstein, de Noruega, de Suiza. Estuvimos recién en un panel hablando de Latinoamérica, algo que suscitó mucho interés. Se está moviendo la cosa.
El presidente Mauricio Macri acaba de confirmar que la Argentina solicitará formalmente el ingreso a la OCDE, ¿cómo es el trámite, en concreto?
En realidad hay un pedido para ingresar a la OCDE desde hace un tiempo (se realizó en los 90). Lo que tenemos que hacer es resucitar aquel pedido e iniciar el proceso. Incluso el Presidente estuvo hablando con la presidenta Michelle Bachelet en Santiago de Chile y ella le dijo que estaba dispuesta a darnos una mano para aprender de lo que habían hecho bien y los errores que habían cometido.
¿Qué puede implicar el ingreso de la Argentina a la OCDE?
Somos el único país del G20 que no está en la OCDE. Yo creo que lo que implica es utilizar todas las plataformas disponibles para hacer escuchar nuestra vos y entender la perspectiva de los demás y, sobre todo en función del G20, estar mucho más integrados a las discusiones que muchas de ellas se dan en el ámbito de la OCDE.
¿Tiene previsto tratar con la comisionada de la Unión Europea el acuerdo entre el bloque y el Mercosur?
La comisionada de la Unión Europea, Federica Mogherini, es mi par de las relaciones exteriores. Hay una comisionada que se dedica a las cuestiones de comercio con quien también me reúno, Malston, con ella es que voy a discutir el acuerdo UE-Mercosur y la presentación de las propuestas.
¿La posición argentina es diferente a la de Brasil o a la del resto de los países del Mercosur?
Tenemos una propuesta en común que es poner sobre la mesa las ofertas de las dos partes, simultáneamente y lo antes posible. Me encantaría poner las ofertas sobre la mesa en el primer trimestre del año. Con las cartas sobre la mesa empezamos a conversar.
¿En qué tiempo esperan arribar a un acuerdo?
Como todas las cosas esto lleva un tiempo de negociación pero el hito fundamental es descubrir las cartas.
¿Qué tiene para ganar la Argentina con el acuerdo?
Yo creo que el Mercosur tiene para ganar, como tiene para ganar cualquier acuerdo de integración. Implicaría agrandar nuestra cadena de valor, agregar valor exportable hacia Europa y también tener oportunidad de importar desde Europa cosas que necesitamos . Si uno cree en el proceso de integración tiene que utilizar todos los vehículos disponibles para integrarse y negar la existencia de la Unión Europea, cuando la UE simultáneamente está discutiendo con los Estados Unidos la integración sería un poco absurdo.
¿A qué atribuye la demora?
Hay múltiples razones. En el Mercosur hubo momentos en los cuales la Argentina no estuvo interesada, complementariamente hubo momentos en que otros socios del Mercosur no estuvieron interesados, todos nos escondemos detrás del otro. También es cierto que del lado de la Unión Europea la cuestión agrícola es un tema muy sensible. Y nosotros no podemos discutir un acuerdo de integración con la UE si el tema agrícola no está incluido. Hay posibilidades de echar un poquito de culpas a cada lado. Entonces llega el momento de decir hablemos seriamente y entendamos nuestras limitaciones mutuas. Y veremos como las vencemos. Hay cuestiones de tiempo que se pueden gradualizar, pero hay que hablar en concreto.
¿Qué rescatan los funcionarios con los que ha estado reuniéndose?
La mayor expectativa es la idea de una Argentina abierta, previsible y seria tratando de marcar posiciones sin ningún tipo de segunda intención. Diciendo las cosas como son y acordando lo que se puede acordar y estando de acuerdo en qué cosas uno no va a acordar, sin que una cosa o la otra signifiquen dejarse de hablar.
¿Qué significa "un giro en la relación con Gran Bretaña", como dijo el Presidente?
Nosotros tenemos un tema con Gran Bretaña complejo, innegable, que es el tema de Malvinas. Es algo en lo cual nosotros tenemos una visión y un mandato dado por la Constitución y vamos, como tal, a respetarlo y a defender nuestro punto de vista. Ahora, centrar nuestra relación con el Reino Unido solo en el tema Malvinas es como quedarnos con el vaso medio vacío. Quizá hasta el empezar a hablar de otros temas nos ayuda a encontrar salidas al tema Malvinas. Si mutuamente creemos que tenemos mucho más que perder que lo que tenemos para ganar si no resolvemos el tema Malvinas, solo lo vamos a poder hacer si tenemos otras agendas en común. Eso es lo que quiere el Presidente que hagamos: trabajar impulsando el tema Malvinas, pero mientras tanto avanzando en muchísimas otras cosas que la Argentina y el Reino Unido pueden tener como oportunidad.
¿Cuándo renuevan los contratos de explotación petrolera en Malvinas no están volviendo a centrar la relación en ese tema?
Eso es parte de lo que tenemos que conversar. La cuestión Malvinas es de múltiples capas. A lo mejor algunas pueden resolverse mucho más rápido que otras. Solo se pueden encontrar las soluciones a través del diálogo. Pero aparte del tema Malvinas y el Atlántico Sur hay muchas otras cuestiones que pueden ser de interés común y en eso tenemos que trabajar.
¿Se prevé hablar de la posibilidad de darle una participación a la Argentina en la relación con a los isleños?
Argentina tiene una visión sobre la cuestión de Malvinas que incluye el tema del tratamiento de la tierra como un espacio argentino. Entonces, el tema de los isleños es un tema muy delicado pero no me cabe duda de que si tuviéramos intención de resolverlo, podríamos encontrar alguna fórmula. Cuáles son las fórmulas conviene discutirlo primero con los colegas del Reino Unido.
¿Qué significa la foto que tendrá mañana (por hoy) Macri y el primer ministro británico, David Cameron?
Para nosotros es estar dispuestos a tender la mano en el reconocimiento de diferencias. Uno no tiene por qué sentarse a hablar con nosotros estando de acuerdo en todo. No estamos en principio cediendo en nada, pero estamos tendiendo una mano para hablar de todos los temas. Malvinas es un tema que nos interesa a nosotros y nos encantaría poder hacerlo.
¿Tratará el tema holdouts en la reunión que mantendrá con el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry?
El viernes (por mañana) me reúno con el secretario de Estado de los EE.UU. Sin lugar a dudas nosotros expresaremos nuestra preocupación como lo hemos hecho abiertamente. Cuanto más claros, más directos, más innegable la posición sea y la expliquemos, menor chance de que haya malentendidos en el medio. Vamos a hablar con todo el mundo y ser consistentes con lo que decimos, tratando de que los otros nos entiendan bien y que, a través de la explicación, ciertas posiciones se flexibilicen.
¿Remarcarán la posición de intransigencia de los fondos buitre en la negociación?
Sin lugar a dudas, el Poder Ejecutivo y el Judicial en EE.UU. son independientes. Pero también hay que formar opinión. Eso no quiere decir que el presidente Obama lo vaya a instruir al juez Griesa hacés esto, no funciona así.
¿Será un mensaje consistente de usted y el ministro Alfonso Prat-Gay con sus pares de EE.UU. y del Presidente con el vicepresidente Joe Biden?
Sería terrible que no fuera así. Pero el tema de los holdouts no es el único tema. En la conversación entre Alfonso y el secretario del Tesoro será un tema muy importante, en la mía con el secretario Kerry será un tema. Todo en su justa medida pero lo vamos a tratar.
¿Y con Netanyahu, en qué consistirá el encuentro?
El primer ministro pidió verlo al Presidente. No escapa a ustedes que la comunidad judía en la Argentina tiene una significancia muy grande en temas de la sociedad en general, pero otros muy específicos con lo que pasó con la AMIA y la Embajada, pero seguramente va a ofrecer las posibilidades de cooperación, toda la cuestión de innovación y tecnología que Israel tiene mucho para ofrecer. Será una agenda amplia
¿Cómo ha sido el resultado del primer día de trabajo en Davos?
Muy positivo. Hay mucho interés de otros países de entender qué está pasando en la Argentina. De proponer visitas con delegaciones de empresarios, para discutir cuestiones vinculadas no solamente a la agenda bilateral política, sino a la agenda de potenciales inversiones o comercio. Lo que se está notando es que hay un enorme interés que a través de estos contactos y contar la historia como la vemos nosotros debiera ponerse en concreto con gente viniendo y con inversiones comprometidas.
¿Con quiénes estuvo reunida?
Estuve con la canciller de Lichtenstein, de Noruega, de Suiza. Estuvimos recién en un panel hablando de Latinoamérica, algo que suscitó mucho interés. Se está moviendo la cosa.
El presidente Mauricio Macri acaba de confirmar que la Argentina solicitará formalmente el ingreso a la OCDE, ¿cómo es el trámite, en concreto?
En realidad hay un pedido para ingresar a la OCDE desde hace un tiempo (se realizó en los 90). Lo que tenemos que hacer es resucitar aquel pedido e iniciar el proceso. Incluso el Presidente estuvo hablando con la presidenta Michelle Bachelet en Santiago de Chile y ella le dijo que estaba dispuesta a darnos una mano para aprender de lo que habían hecho bien y los errores que habían cometido.
¿Qué puede implicar el ingreso de la Argentina a la OCDE?
Somos el único país del G20 que no está en la OCDE. Yo creo que lo que implica es utilizar todas las plataformas disponibles para hacer escuchar nuestra vos y entender la perspectiva de los demás y, sobre todo en función del G20, estar mucho más integrados a las discusiones que muchas de ellas se dan en el ámbito de la OCDE.
¿Tiene previsto tratar con la comisionada de la Unión Europea el acuerdo entre el bloque y el Mercosur?
La comisionada de la Unión Europea, Federica Mogherini, es mi par de las relaciones exteriores. Hay una comisionada que se dedica a las cuestiones de comercio con quien también me reúno, Malston, con ella es que voy a discutir el acuerdo UE-Mercosur y la presentación de las propuestas.
¿La posición argentina es diferente a la de Brasil o a la del resto de los países del Mercosur?
Tenemos una propuesta en común que es poner sobre la mesa las ofertas de las dos partes, simultáneamente y lo antes posible. Me encantaría poner las ofertas sobre la mesa en el primer trimestre del año. Con las cartas sobre la mesa empezamos a conversar.
¿En qué tiempo esperan arribar a un acuerdo?
Como todas las cosas esto lleva un tiempo de negociación pero el hito fundamental es descubrir las cartas.
¿Qué tiene para ganar la Argentina con el acuerdo?
Yo creo que el Mercosur tiene para ganar, como tiene para ganar cualquier acuerdo de integración. Implicaría agrandar nuestra cadena de valor, agregar valor exportable hacia Europa y también tener oportunidad de importar desde Europa cosas que necesitamos . Si uno cree en el proceso de integración tiene que utilizar todos los vehículos disponibles para integrarse y negar la existencia de la Unión Europea, cuando la UE simultáneamente está discutiendo con los Estados Unidos la integración sería un poco absurdo.
¿A qué atribuye la demora?
Hay múltiples razones. En el Mercosur hubo momentos en los cuales la Argentina no estuvo interesada, complementariamente hubo momentos en que otros socios del Mercosur no estuvieron interesados, todos nos escondemos detrás del otro. También es cierto que del lado de la Unión Europea la cuestión agrícola es un tema muy sensible. Y nosotros no podemos discutir un acuerdo de integración con la UE si el tema agrícola no está incluido. Hay posibilidades de echar un poquito de culpas a cada lado. Entonces llega el momento de decir hablemos seriamente y entendamos nuestras limitaciones mutuas. Y veremos como las vencemos. Hay cuestiones de tiempo que se pueden gradualizar, pero hay que hablar en concreto.
¿Qué rescatan los funcionarios con los que ha estado reuniéndose?
La mayor expectativa es la idea de una Argentina abierta, previsible y seria tratando de marcar posiciones sin ningún tipo de segunda intención. Diciendo las cosas como son y acordando lo que se puede acordar y estando de acuerdo en qué cosas uno no va a acordar, sin que una cosa o la otra signifiquen dejarse de hablar.
¿Qué significa "un giro en la relación con Gran Bretaña", como dijo el Presidente?
Nosotros tenemos un tema con Gran Bretaña complejo, innegable, que es el tema de Malvinas. Es algo en lo cual nosotros tenemos una visión y un mandato dado por la Constitución y vamos, como tal, a respetarlo y a defender nuestro punto de vista. Ahora, centrar nuestra relación con el Reino Unido solo en el tema Malvinas es como quedarnos con el vaso medio vacío. Quizá hasta el empezar a hablar de otros temas nos ayuda a encontrar salidas al tema Malvinas. Si mutuamente creemos que tenemos mucho más que perder que lo que tenemos para ganar si no resolvemos el tema Malvinas, solo lo vamos a poder hacer si tenemos otras agendas en común. Eso es lo que quiere el Presidente que hagamos: trabajar impulsando el tema Malvinas, pero mientras tanto avanzando en muchísimas otras cosas que la Argentina y el Reino Unido pueden tener como oportunidad.
¿Cuándo renuevan los contratos de explotación petrolera en Malvinas no están volviendo a centrar la relación en ese tema?
Eso es parte de lo que tenemos que conversar. La cuestión Malvinas es de múltiples capas. A lo mejor algunas pueden resolverse mucho más rápido que otras. Solo se pueden encontrar las soluciones a través del diálogo. Pero aparte del tema Malvinas y el Atlántico Sur hay muchas otras cuestiones que pueden ser de interés común y en eso tenemos que trabajar.
¿Se prevé hablar de la posibilidad de darle una participación a la Argentina en la relación con a los isleños?
Argentina tiene una visión sobre la cuestión de Malvinas que incluye el tema del tratamiento de la tierra como un espacio argentino. Entonces, el tema de los isleños es un tema muy delicado pero no me cabe duda de que si tuviéramos intención de resolverlo, podríamos encontrar alguna fórmula. Cuáles son las fórmulas conviene discutirlo primero con los colegas del Reino Unido.
¿Qué significa la foto que tendrá mañana (por hoy) Macri y el primer ministro británico, David Cameron?
Para nosotros es estar dispuestos a tender la mano en el reconocimiento de diferencias. Uno no tiene por qué sentarse a hablar con nosotros estando de acuerdo en todo. No estamos en principio cediendo en nada, pero estamos tendiendo una mano para hablar de todos los temas. Malvinas es un tema que nos interesa a nosotros y nos encantaría poder hacerlo.
¿Tratará el tema holdouts en la reunión que mantendrá con el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry?
El viernes (por mañana) me reúno con el secretario de Estado de los EE.UU. Sin lugar a dudas nosotros expresaremos nuestra preocupación como lo hemos hecho abiertamente. Cuanto más claros, más directos, más innegable la posición sea y la expliquemos, menor chance de que haya malentendidos en el medio. Vamos a hablar con todo el mundo y ser consistentes con lo que decimos, tratando de que los otros nos entiendan bien y que, a través de la explicación, ciertas posiciones se flexibilicen.
¿Remarcarán la posición de intransigencia de los fondos buitre en la negociación?
Sin lugar a dudas, el Poder Ejecutivo y el Judicial en EE.UU. son independientes. Pero también hay que formar opinión. Eso no quiere decir que el presidente Obama lo vaya a instruir al juez Griesa hacés esto, no funciona así.
¿Será un mensaje consistente de usted y el ministro Alfonso Prat-Gay con sus pares de EE.UU. y del Presidente con el vicepresidente Joe Biden?
Sería terrible que no fuera así. Pero el tema de los holdouts no es el único tema. En la conversación entre Alfonso y el secretario del Tesoro será un tema muy importante, en la mía con el secretario Kerry será un tema. Todo en su justa medida pero lo vamos a tratar.
¿Y con Netanyahu, en qué consistirá el encuentro?
El primer ministro pidió verlo al Presidente. No escapa a ustedes que la comunidad judía en la Argentina tiene una significancia muy grande en temas de la sociedad en general, pero otros muy específicos con lo que pasó con la AMIA y la Embajada, pero seguramente va a ofrecer las posibilidades de cooperación, toda la cuestión de innovación y tecnología que Israel tiene mucho para ofrecer. Será una agenda amplia
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