Un ex presidente uruguayo aconseja escuchar a los kelpers
POLEMICO VIAJE A MALVINASLa idea fue lanzada por Luis Lacalle, dirigente opositor que gobernó su país desde 1990 a 1995. Oficialmente, el gobierno de Uruguay apoya el reclamo de soberanía de la Argentina sobre las Islas.
El ex presidente de Uruguay Luis Lacalle dijo desde las Malvinas que cuando se habla de soberanía, “la voz de las Falklands deben ser oídas”, más allá de que sea un asunto bilateral entre la Argentina y el Reino Unido.
La agencia Mercopress, que cita las palabras del ex mandatario del Partido Blanco que gobernó el país vecino entre 1990 y 1995, afirma que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay estaba al tanto de su viaje al archipiélago cuyo objetivo principal fue el de dar continuidad a la “vieja relación” entre su país y las Malvinas. El ex mandatario lanzó otra idea, además, por la que miembros de su partido están haciendo ya lobby: la instalación de un vuelo directo que una la capital de las Malvinas con Montevideo y San Pablo, que tenga después directo acceso a Miami y Madrid.Lacalle viajó a las Malvinas junto al diputado Jaime Trobo, también del partido Blanco, quien tiene una relación fluida con las islas y una postura abiertamente pro kelper en la cuestión de la autodeterminación. Trobo, que ha viajado tres veces a las Malvinas viene sosteniendo hace rato la idea de que se establezca un vuelo directo entres Stanley (Puerto Argentino aquí) y Mount Pleasant, lo que podría considerarse más que irritativo para los argentinos. Trobo ha sido parte de las delegaciones políticas y empresarias que se reunieron varias veces con sus contrapartes en Malvinas.
“Esto podría matar dos pájaros de un tiro. Montevideo es el (destino) más cercano, y de San Pablo se puede ir a cualquier lado” dijo al Penguin News Lacalle sin mencionar Buenos Aires, como posibilidad.
Clarín intentó ubicarlo a su celular en las Malvinas, sin éxito hasta el momento. Ocurre que en su diálogo con la prensa isleña también contó un recuerdo poco conocido aquí: “Durante mi gobierno se aprobó una conexión (aérea entre las las islas y su país) pero los argentinos estaban furiosos”.
Entonces gobernaba aquí Carlos Menem que tuvo una política de fuerte acercamiento a Londres y de seducción hacia los kelpers, aunque no faltaron choques por el conflicto de soberanía. Lacalle opinó que Mauricio Macri podría oponerse "menos" aesta idea de un vuelo de la conexión aérea con su país, aunque manifestó que no debía ser muy difundida. “Es tan normal porque los brasileños podrían querer alguna ganancia a través de la aerolínea. Montevideo y Stanley podrían prosperar con mejores comunicaciones, más negocios. Brasil también. ¿Por qué Argentina podría decir no? ¿Quizás por el sobrevuelo a través de su espacio aéreo?"
En el pasado, Uruguay y las Malvinas estuvieron conectadas por una barco que también iba a Gran Bretaña. Este cayó en desuso y fue Argentina la que proveyó el lazo aéreo con el acuerdo de comunicaciones de 1971, que se interrumpió con la invasión militar de 1982. Ahora los kelpers se comunican con Sudamérica por el vuelo semanal de Lan que va de Santiago de Chile a Punta Arenas y después a Mount Pleasant. Este pasa una vez por mes -de ida y de vuelta- por Río Gallegos, Santa Cruz.
La postura oficial del gobierno uruguayo es la de un fuerte apoyo al reclamo argentino a Gran Bretaña para que se converse de soberanía. También la de Brasil y el resto de la región.