viernes, 4 de septiembre de 2015

El casco del Soldado

El sueño de un soldado: recuperará el casco que usaba en Malvinas

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A 33 años de la guerra.Lo había comprado un coleccionista argentino que vive en Londres, que se enteró de la historia y viajará para devolvérselo.

José Muñoz llegó a la guerra de Malvinas en un buque de carga que después los ingleses hundieron. Y cuando él y su grupo se rindieron, les sacaron todo. Hasta los cascos. Más de 30 años después, Matías Miccio, un argentino mecánico de aviones que vive en la muy británica Cambridge, compró por 700 libras en el sitio de Internet eBay un casco que lleva el nombre José Muñoz.
Las historias se cruzaron. El último 2 de abril, Paola Muñoz, prima del ex soldado, publicó en Internet los recuerdos de guerra de su primo. Matías los leyó, llamó a Paola por teléfono y le dijo que tenía el casco. “No puedo enviárselos porque las leyes de Inglaterra me lo prohíben”, les dijo primero. Pero luego averiguó mejor y lo podrá traer. “Yo quería asegurarme que todo fuera legal, que pudiera sacar el casco de Inglaterra con los impuestos correspondientes porque es una pieza histórica. No quería tener un sólo problema para poder llevarlo a Argentina. Pero si se puede ¿cómo no se lo iba a entregar? Se lo doy con mucho gusto”, contó por teléfono Matías a Clarín.
José todavía no puede creerlo, pero se siente feliz. “Matías nos comunicó que vendrá el 2 de abril próximo a traerme el casco. Esto habla muy bien de él. De una persona que se interesó por conocer a quién lo llevó puesto en la guerra. Otro tal vez no se hubiera preocupado en encontrarme. Para mi es una emoción enorme”, le dijo a Clarín. Y explicó cuál será el destino del casco: “En un principio va a quedar en mi poder, pero cuando terminen el edificio de los veteranos de guerra aquí en la ciudad de Sarmiento, Chubut, pasará a ser parte del museo porque así lo pidió Matías y creo que debo hacerlo porque su actitud lo merece”.
“Sentí que lo correcto era reunir el casco con José y el resto de los veteranos de Malvinas y que quede en un museo, donde pueda ser apreciado por futuras generaciones y mantener la historia viva”, subrayó Matías al sitio El Patagónico.
La pasión de Matías por los cascos comenzó en su infancia. Con gran esfuerzo fue comprando cada uno de la pequeña

 

colección que tiene: uno de la Primera Guerra Mundial, otro de la Segunda que lleva un nombre alemán y el argentino, entre otros. El de Muñoz lo compró en eBay a 700 libras (1.072 dólares) en dos cuotas, ante el asombro de su novia. Es un hobbie que le cuesta mucho, porque es un trabajador asalariado que vive “mes a mes”. Eso le da un valor extra a su regalo: “La plata va y viene. No importa”, cuenta Matías.
Parece ser que quien había obtenido el casco era alguien que fue enviado seis meses después de la guerra a las Malvinas a limpiar los rastros del conflicto. En el aeropuerto encontró una pila de cascos argentinos, aparentemente recolectados tras la rendición, y se llevó algunos. Entre ellos, estaba el que llevaba el nombre de Muñoz.
“Cuando traiga el casco, creo que Matías va a venir con sus padres”, se proyecta en el tiempo José. Hace más de 30 años que espera reencontrarse con su historia.

Colaboró Carlos Guajardo, Chubut

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