jueves, 20 de agosto de 2015

Fuerte gesto del Papa a favor del diálogo por Malvinas

EL FRENTE EXTERNO.Francisco se dejó sacar fotos con un cartel que pide que Argentina y el Reino Unido busquen una solución negociada.

Quienes conocen bien a Jorge Bergoglio contaban ayer que no hace nada que no quiera hacer y que entre sus manos no sostiene nada que no quiera sostener. En segundo lugar son públicas sus declaraciones anteriores a su coronación como Papa de que las Malvinas son territorio argentino. “La Patria”, ha dicho concretamente. Ayer, durante una audiencia en el Vaticano, cuando saludaba a un grupo de argentinos, Francisco tomó un cartel que le acercaron. Sonrió, y se dejó sacar fotos con su leyenda: “Es tiempo de diálogo entre Argentina y Reino Unido por Malvinas”.

La presidente Cristina Kirchner seguía ayer desaparecida desde su foto con Aníbal Fernández el lunes siguiente a las PASO del 9 de agosto. Pero se hizo eco en su cuenta de Twitter y Facebook de la foto de Francisco con el cartel, que forma parte de una campaña que lleva adelante el argentino Gustavo Hoyo.

En diálogo con Clarín, Hoy contó ayer que la campaña forma parte de los 50 años de la resolución 2065 de las Naciones Unidas, que se cumplirán el 16 de diciembre próximo. Esta pidió a los dos países el diálogo de forma pacífica sobre el conflicto de soberanía por las Malvinas, a lo que el Reino Unido se niega -con un período de excepción en los 70-, sobre todo después de la guerra de 1982. La resolución fue una victoria rotunda para la democracia argentina porque la ONU reconoció que con Malvinas hay una disputa de soberanía y una situación colonial.

Hoyo dijo a Clarín que es consultor de medios, y que hasta diciembre trabajará en el Senado. Para su campaña ha logrado fotos con carteles de los candidatos a presidente y vice del FPV, Daniel Scioli, y Carlos Zannini. Y de figuras latinoamericanas como Evo Morales. Ayer contó que habló de su campaña con el encargado de ceremonial del Vaticano, monseñor Guillermo Karcher, quien le confirmó que podía viajar pero no le confirmó si podría hacer la foto. Sobre su saludo al Papa en una audiencia general en el Aula Pablo VI, señaló: “Cuando él pasó le expliqué de qué se trataba y él tomo gentilmente el cartel y se sacó la foto. Podría no hacerlo, pero lo hizo”.

El Papa hablará ante la ONU en Nueva York, el próximo 25 de septiembre, en su viaje a los Estados Unidos y Cuba. Su actuación fue clave en el inicio del deshielo que ha desembocado en la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.

Cristina tiene turno para pronunciar su mensaje a la Asamblea General del organismo el lunes 28 de septiembre, en el que Malvinas ocupará su parte. En el Gobierno consideran difícil que en ese marco pueda reunirse y/o hasta saludar al Papa que estará sólo horas en Nueva York. Pero Cristina se tiene reservada -aunque no confirmada- una escala en Roma para verlo por última vez como Presidente en su viaje a Estambul de noviembre, para asistir a la cumbre del G 20.

En la primera cita que tuvieron Roma al asumir Bergoglio su papado, en 2013, Cristina le pidió una mediación por Malvinas. La respuesta nunca trascendió, aunque el Vaticano siempre ha manifestado que sólo ante un consentimiento mutuo podría tener alguna participación. Pero siendo cardenal y arzobispo, Bergoglio tuvo opiniones explícitas sobre el conflicto: “Las Malvinas son nuestras”, ha dicho.

“Venimos a rezar por aquellos que han caído, hijos de la Patria que salieron a defender a su madre, la Patria, a reclamar lo que es suyo de la Patria y les fue usurpado”, clamó al referirse a los argentinos muertos en la guerra del ‘82.

Cuando Francisco comenzó su papado, el primer ministro británico, David Cameron fue consultado sobre aquellas opiniones y expresó que “respetuosamente” no estaba de acuerdo con las mismas y recurrió a la figura del referendum por el que los kelpers reafirmaron querer ser ciudadanos británicos.
Ayer, en Londres y en Malvinas no hubo posiciones oficiales sobre la foto del Papa. El diario The Telegraph afirmó que el Papa posaba con “propaganda” por el diálogo. Bloomberg, que fue “engañado”.

 

Bergoglio, el "Papa malvinero"

ANALISIS.El sumo Pontífice tiene una larga trayectoria vinculada a la causa de las Malvinas

A poco de ser electo Jorge Bergoglio jefe de la Iglesia Católica, un grupo de ex combatientes no dudó en calificarlo como “el Papa malvinero”. La expresión no carecía de sustento: siendo arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio había tenido gestos y palabras que reivindicaban la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, reconocían la entrega hasta la propia vida de los combatientes argentinos y señalaba la necesidad de asistir a los ex combatientes.

En un mensaje que difundió el 2 de abril de 2008 ante un nuevo aniversario del desembarco argentino, Bergoglio decía: “Es de buen argentino reconocer la valentía tanto de los que cayeron en esa guerra, como de los que murieron después a causa del silencio y la indolencia de la sociedad, o de los que sobrevivieron y hoy son los testigos vivos de esa gesta”. En 2010 destacó ante la consulta de la prensa la actitud de “muchos que regaron con su sangre ese suelo, que es argentino”.

Dos años después, al cumplirse 30 años del inicio de las acciones, Bergoglio celebró una misa en la catedral metropolitana frente a numerosos ex combatientes, familiares y ex soldados conscriptos que integraron el Campamento TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur). En la homilía, afirmó: “Venimos a rezar por aquellos que han caído, hijos de la Patria que salieron a defender a su madre, la Patria, a reclamar lo que es suyo, de la Patria, y que les fue usurpado”.

Tras ser elegido pontífice y difundirse su posición en esta cuestión, el primer ministro británico, David Cameron, se vio compelido a decir –pensando en el frente interno y los habitantes de las islas- que no coincidía con el nuevo Papa. A su vez, los moradores del archipiélago dijeron que ya no verían a Bergoglio como argentino, sino como pontífice. Acaso consideraron -o expresaron su anhelo- de que Bergoglio dejaría de lado posición.

Lo ocurrido en la sala Pablo VI del Vaticano, tras la audiencia general, cuando Francisco posó con un cartel que llama al diálogo entre la Argentina y Gran Bretaña mostró que como pontífice al menos brega por un diálogo entre ambos países. Porque el haber posado con un cartel a favor de negociaciones no implica una reivindicación de la soberanía argentina. Pero Londres, como se sabe, ni siquiera, quiere hablar del tema.

Al fin de cuentas, Francisco viaja por el mundo pidiendo diálogo para la resolución de conflictos. Lo hizo en Bolivia ante su reclamo a Chile de una salida al mar. Y fue clave en el restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba. Hasta se animó a juntar a los presidentes de Israel y Palestina para rezar. ¿Por qué dejaría afuera el diferendo por Malvinas?

El tiempo dirá si su actitud ayudará a que lo que hoy parece imposible -que Buenos Aires y Londres vuelvan a la mesa de las negociaciones- sea una realidad.

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