lunes, 10 de noviembre de 2008

La Nueva Constitución Malvinense

http://www.clarin.com/diario/2008/11/07/opinion/o-01797942.htm
¿Gran Bretaña, país limítrofe?
Por:
Ricardo Kirschbaum Fuente: EDITOR GENERAL DE CLARIN

Gran Bretaña considera a las islas Malvinas como un territorio de ultramar. Ese es el status que ya le había acordado y que se refuerza por la nueva constitución, firmada ayer por Isabel II, que regirá desde el 1° de enero.
Otorga así mayor poder de decisión al gobierno local y mayores derechos a los pobladores de las islas. Puntualiza que no se auspicia ningún camino para que las islas se autodeterminen.
Se refuerza la idea que Gran Bretaña se va convirtiendo en un país limítrofe de la Argentina.
Parece una broma, pero no lo es.
El gobierno británico trata de mostrar que las islas dejaron de ser un enclave colonial, uno de los últimos que persisten en el mundo, para insistir en la institucionalización de estos territorios de ultramar.
El Gobierno argentino ha protestado por esta decisión de Londres y ha denunciado la nueva constitución como "un nuevo acto unilateral" que va a contramano de la decisión de la Asamblea General de la ONU de alentar una negociación sobre la soberanía del archipiélago.
Gran Bretaña ha ignorado los llamamientos de la ONU, que se vienen haciendo desde 1982, para que el conflicto se resuelva en la mesa de negociaciones.
Lo curioso es que cada vez más se están reforzando las razones por las que la Argentina puede pedir conversaciones directas -con exclusión de los kelpers- con Londres, toda vez que los habitantes de las islas tienen pasaporte británico, conseguido luego de la derrota militar argentina, es decir que son reconocidos como tales. Esta cuestión la ha planteado ya el ex senador Rodolfo Terragno.
Se trata de una visión jurídica interesante.
Los británicos, en tanto, siguen hablando con los hechos.
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http://www.clarin.com/diario/2008/11/07/elpais/p-01797631.htmREGIRA A PARTIR DE ENERO Y ES UN PASO MAS HACIA LA AUTONOMIA DE LOS ISLEÑOS
Aprobaron una nueva Constitución para Malvinas y Argentina protestó
Fue impulsada por Gran Bretaña y aleja aún más la discusión por la soberanía.
Por:
Natasha Niebieskikwiat

El 1 de enero próximo entrará en vigencia la nueva constitución de Malvinas que la reina Isabel II aprobó este miércoles, según anunció ayer el Foreign Office.
La medida desató un profundo rechazo en el gobierno argentino, dado que el texto ignora los reclamos que se hacen desde aquí ante los foros internacionales para que Londres acepte negociar la soberanía del archipiélago.
Poco después de que se difundiera la decisión del Reino Unido, el canciller Jorge Taiana consideró que "esta nueva acción unilateral británica constituye una flagrante violación del mandato que nos imponen las Naciones Unidas a los dos países en la disputa de soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas".
A través de un comunicado de prensa difundio por la Cancillería, Taiana también confirmó que el Gobierno ha presentado una protesta formal ante el Reino Unido y que denunciará ante la comunidad internacional lo que consideró una "flagrante violación de la soberanía argentina y del derecho internacional" que, de acuerdo al ministro, demuestra que "el único objetivo que en definitiva, persigue el Reino Unido, otorgando y aprobando lo que denomina reformas, es perpetuar una anacrónica situación colonial", por "más que el Reino Unido se empeñe en evitar el uso de ese término usando sinónimos menos irritantes en pleno siglo XXI".
La llamada Orden de la Constitución de las islas Falklands 2008 fue aprobada por la Reina en su calidad de jefa de Estado. Pero llama profundamente la atención un dato.
Londres no le concedió al gobierno isleño su deseo expreso de restringir a los ciudadanos argentinos -aunque también a otras nacionalidades- la posibilidad de acceder al estatus de isleño, que el Ejecutivo malvinense quería extender exclusivamente a los británicos (Ver.........) Este punto figuró en el último borrador constitucional presentado a Londres por el legislativo, tal como Clarín había anticipado.
Al mismo tiempo, el gobierno británico dejó sin modificaciones el derecho a la autodeterminación de las islas, que reconoce Naciones Unidas, pese a que Malvinas es un caso especial. Este derecho es invocado sólo a veces por los isleños, contradictorios en torno a su autoderminación, porque jamás querrían ver marcharse a las tropas británicas que desde el final de la guerra con Argentina ejercen su Defensa.
Desde hace al menos ocho años, isleños y británicos negocian modificar la constitución de Malvinas, que data de 1985.
Aquel texto, aprobado dos años después de la victoria del Reino Unido sobre la Argentina en la guerra de 1982, le concedió a islas una enorme autonomía política y económica, no exenta de tensiones con Londres sobre el uso de esos derechos.
Según expresó ayer la secretaria de Estado británica, Gillian Merron, la nueva constitución de Malvinas es un instrumento que reforzará la "democracia local" al tiempo que retiene suficientes poderes para que el gobierno británico proteja los intereses de este país y asegure la buena gobernanza del territorio".
Es que si no fuera por el desconocimiento británico de los reclamos históricos que hace la Argentina, y de los llamados de la comunidad internacional a que lo haga, la constitución que Malvinas estrenará en enero, no sería sino la adaptación de un viejo texto al de los tiempos que corren. De hecho, la nueva constitución incorporará mecanismos de transparencia para las cuentas públicas, más la contemplación de convenciones internacionales como las que hacen al respeto a los derechos humanos. Al mismo tiempo, clarifica la división de poderes entre el Ejecutivo local y el gobernador británico de las islas, que es siempre un funcionario del Foreign Office.
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http://www.clarin.com/diario/2008/11/07/elpais/p-01797630.htm
Los argentinos, habilitados a tramitar un "estatus de isleño"


La nueva constitución de Malvinas no va a impedir que ciudadanos de ningún país soliciten el estatus de isleño después de siete años de residencia en el archipiélago", informó ayer una fuente británica consultada por Clarín. De ello se deduce entonces que Londres finalmente no concedió a los isleños su deseo de restringir la posibilidad de que los ciudadanos argentinos adquirieran ese derecho, tal como había anticipado este diario.
Sin embargo, la nueva constitución que regirá en Malvinas a partir del 1 de enero de 2009 sí establece algunas restricciones, en el sentido de que de ahora en más los ciudadanos de los territorios de ultramar van a tener que solicitar el estatus de isleño en vez de obtenerlo automáticamente, como ocurría con la constitución que estará vigente hasta el 31 de diciembre próximo. En el último borrador que el Consejo Legislativo le envió al Foreign Office este año se hablaba de que adquirieran el estatus de isleños -y por lo tanto el derecho a votar, entre otros- debían ser únicamente quienes fueran británicos.
En su momento, el consejero de las islas, Mike Summers, llegó a decir que con dicha cláusula "no sólo" buscaban "remarcar 'lo británico' de las Falklands, sino también "evitar" la posibilidad de que sean habitantes de las Malvinas aquellas personas cuyo único pasaporte proviniera "de un país no amigable."
Los isleños previeron incluso hasta la expulsión de los "extranjeros" divorciados o viudos de isleños que quedaran sin el vínculo migratorio local. Como no es un estado independiente, sino un Territorio de Ultramar bajo dominio del Reino Unido, el isleño suele poseer pasaporte británico o de otra nacionalidad.
Ayer, la fuente consultada sostuvo en la próxima constitución los viudos o viudas que adquieran estatus de isleños por el matrimonio no lo conservarán automáticamente cuando se muera el conjugue o exista un divorcio. Y si este le fuera denegado, tendrá el derecho a residir permanentemente en las islas.
No queda claro, sin embargo -y el Foreign Office no lo informó- cómo tomarán ahora a los ciudadanos que en su momento se hacían isleños y después obtenían el pasaporte británico.
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http://www.clarin.com/diario/2008/11/08/elpais/p-01798368.htm
OTRA FRICCION CON GRAN BRETAÑA
Diputados repudió la nueva Constitución de las Malvinas


La Cámara baja calificó como "un nuevo acto unilateral" el documento firmado por la reina Isabel II.
La Cámara de Diputados de la Nación aprobó por unanimidad un proyecto por el cual rechaza y repudia la nueva Constitución dispuesta por Gran Bretaña para el territorio de las Islas Malvinas.
El proyecto de declaración sancionado ayer a la madrugada por la Cámara afirma que la decisión británica constituye un "nuevo acto unilateral" y "otro desconocimiento más" de las resoluciones sobre la "Cuestión de las Islas Malvinas" adoptadas desde 1965 por la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas.
"La República Argentina reafirma su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, los cuales, como afirma la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, forma parte integrante del territorio nacional", señala otro de los artículos del proyecto votado por Diputados.
En un comunicado emitido el jueves sobre este tema sensible, la Cancillería argentina puntualizó que "este acto unilateral británico representa una nueva violación al espíritu de los entendimientos provisorios bajo fórmula de soberanía relativos al área ilegítimamente ocupada por el Reino Unido, que tienen como propósito contribuir a la creación del ambiente propicio para la reanudación de las negociaciones".
Las reacciones se producen porque, según el anuncio, el 11 de enero entrará en vigencia la nueva Constitución de Malvinas que la reina Isabel II acaba de aprobar, de acuerdo al informe efectuado por Foreign Office.
El texto ignora los reclamos que se hacen ante los foros internacionales para que Londres acepte negociar la soberanía del archipiélago.
La llamada Orden de la Constitución de las islas Falklands 2008 fue aprobada por la Reina en su calidad de jefa de Estado. Sin embargo, Londres no le concedió al gobierno isleño su deseo de restringir a los ciudadanos argentinos -aunque también a otras nacionalidades- la chance de acceder al estatus de isleño, que el Ejecutivo malvinense quería extender exclusivamente a los británicos.
Desde hace años, isleños y británicos vienen negociando la modificación de la Constitución, que data de 1985. En el texto, aprobado dos años después de la Guerra de Malvinas, se les otorga a las islas una enorme autonomía política y económica, no exenta de tensiones con Londres sobre el uso de esos derechos.
A través de la secretaria de Estado, Gillian Merron, los británicos creen que la nueva Constitución es "un instrumento que reforzará la democracia local", al tiempo que retiene suficientes poderes para que el gobierno británico "proteja los intereses de este país y asegure la buena gobernanza del territorio"
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http://www.clarin.com/diario/2008/11/09/elpais/p-01799014.htm
LA OPINION DE EMBAJADORES, EX CANCILLERES Y ESPECIALISTAS EN EL CONFLICTO
Malvinas: ¿estamos cada día más lejos de discutir la soberanía?
La reina Isabel II firmó una nueva Constitución que refuerza la autonomía de las islas. La decisión siguió a un reciente revés diplomático argentino en la ONU.
Por:
Walter Curia
No todo fue Obama esta semana.
La reina Isabel II, firmó el miércoles la llamada Orden de la Constitución de las Islas Malvinas, que reemplaza a la vigente desde 1985. El texto empezará a regir desde el primer día de 2009: refuerza el nivel de autonomía de los habitantes de las islas y reafirma su derecho a la autodeterminación política, a la vez que, en palabras del Foreign Office, ratifica "el compromiso global del Reino Unido" con el territorio.
El Gobierno argentino rechazó por medio de un comunicado la decisión británica, que, dijo, "constituye una flagrante violación del mandato de la ONU" a los dos países para que traten la cuestión de la soberanía. La fórmula repite una constante de los últimos años: acciones unilaterales del Reino Unido y protesta de la Argentina.
Al avance británico, se sumó un reciente revés diplomático argentino en las Naciones Unidas para que se desestime el derecho a la autodeterminación en aquellos territorios que son objeto de disputa.
El escenario reaviva un interrogante inquietante:
¿estamos cada vez más lejos de Malvinas?
En sus años al frente de la Cancillería, Rafael Bielsa solía decir que la Argentina debe mantener sus reclamo por la recuperación de las islas así lleve "cuatro, cuarenta o cuatrocientos años".
Hoy asegura no compartir "en absoluto la idea de que la recuperación esté cada vez más lejana". La firma de una nueva Constitución --dice Bielsa-- "es un episodio irrelevante desde el punto de vista del derecho internacional, porque es totalmente contrario al mandato de la ONU. Se trata de un acto unilateral que prorroga la situación colonial".
"No estamos más lejos ni más cerca -afirma-: pueden crear todo lo que se les antoje, pero la posición colonialista es cada vez más obsoleta".
Andrés Cisneros fue secretario de Relaciones Exteriores --vicecanciller en los hechos-- durante los años del gobierno de Menem.
Dice que las últimas decisiones británicas "no sorprenden", y sostiene que "la Argentina y el mundo deberían cambiar demasiado para que sea posible pensar en una recuperación de las Malvinas".
Responsable, junto al fallecido Guido Di Tella, de la política de "seducción" hacia los isleños, Cisneros cuestiona el abordaje del conflicto y las políticas asumidas después de los 90, que, dice, "profundizaron el aislamiento".
"Resulta improbable que el mundo se detenga hoy en los intereses de la Argentina", sostiene Cisneros, quien sin embargo advierte "una ventana de oportunidad" para la Argentina.
"La carrera por la Antártida será una cuestión de la primera mitad del siglo. La Argentina va a enfrentar una reiteración del conflicto por Malvinas, que podría ser mucho peor. Sería bueno pensar en una discusión que integre posiciones: concretamente, en negociar todo el paquete del Atántico Sur".
Como representante ante la ONU, el embajador Lucio García del Solar logró imponer en 1965 en la Asamblea General la histórica resolución 2065 que reclama al Reino Unido discutir la soberanía de Malvinas.
Hoy se declara "pesimista" sobre el desarrollo del conflicto: "No existe ningún hecho diplomático que pueda augurar la búsqueda de soluciones que satisfagan la aspiración argentina".
García del Solar describe la situación en torno a las islas como de "parálisis".
La posibilidad de volver a llevar el tema a la Asamblea General resulta "riesgoso", dice.
"He oído que hay opiniones en favor, dado que no hay manera de movilizar el tema. Pero no sabemos si tenemos los votos.
Y nos puede ir como nos fue con la enmienda", asegura, por la reciente presentación argentina en la ONU. "Ha sido el peor revés diplomático sobre Malvinas desde la época de la guerra", admite.
Actual embajador en China y hasta el año pasado jefe de la misión argentina ante la ONU, César Mayoral sostiene que la reciente decisión del Reino Unido "se inscribe una vez más en su política de hechos consumados".
Mayoral entiende que la Argentina "tiene un solo camino para recuperar las islas y es el de perseverar en su reclamo en el campo multilateral" y propone "avanzar más allá" del planteo ante el Comité de Descolonización", que, dice, "está perdiendo importancia como organismo". Mayoral menciona el ejemplo de China, y los casos de Hong Kong y "ahora Taiwan: el objetivo es que la Argentina crezca y se desarrolle".
"La recuperación no depende de lo que haga o no el Reino Unido, sino de que convirtamos a nuestro país en un territorio desarrollado, rico y justo, unido en el respeto mutuo".
Diego Guelar, ex embajador en Washington, coincide que lo único que puede acercar a la Argentina a las islas es "la credibilidad y el crecimiento sostenido de la región". "Estamos frente a una situación de statu quo de largo plazo, en el que nada parece poder desequilibrar el juego de posiciones.
Tampoco estos últimos jugueteos", dice Guelar.
Federico Storani, encabezó en 1986 la primera misión a Londres después de la guerra. Ex titular de la comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, dice que "fuera de un planteo retórico, el Gobierno no ha hecho nada por Malvinas".
"Falta militancia: no está en la agenda específica ni en la pública", afirma.
Storani coincide con Cisneros que el "aislamiento" en política exterior empeora las cosas.
"No hemos conseguido ni la solidaridad de Latinoamérica.
El Reino Unido es una potencia en el Consejo de Seguridad y debería pagar el precio de mantener una rémora colonial. Pero nadie les cobra nada".
Un tropiezo en la ONU El 22 de octubre pasado, la Argentina sufrió un duro revés diplomático en Nueva York Fue cuando intentó mediante una enmienda a un informe del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, que se desconociera el derecho de autodeterminación de los habitantes de territorios considerados en disputa. El Reino Unido consiguió neutralizar esa pretensión , que habría sentado un valioso precedente para el reclamo de soberanía sobre Malvinas..
El Gobierno minimizó el traspié.
La nueva "Constitución"El Foreign Office, la cancillería británica, informó el miércoles pasado que la reina había firmado una nueva Constitución para los habitantes de Malvinas.
El texto regirá desde el 1 de enero próximo.
Refuerza la autonomía política y reafirma el derecho de autodeterminación de los isleños. La Argentina protestó formalmente y denunció que se trata de una "flagrante violación del mandato de la ONU"

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