06/08/11-Clarin
En la helada tarde del jueves pasado, en las oficinas que el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, un hombre solo presentó su respuesta al Reino Unido sobre aquel resonante informe que en 2005 ordenó el gobierno de Tony Blair. Conocido como “La historia Oficial de la Campaña de las Falklands” aquel alegato elaborado por el académico Lawrence Freedman buscó institucionalizar lo actuado por el RU, antes, durante y después de la guerra por las Malvinas, de 1982. Y omitiendo títulos y derechos que asisten a la Argentina en su reclamo de soberanía, Freedman hasta buscó dar por hecho que los triunfos bélicos conceden hoy derechos a quien resulte ganador.
Pues bien, el jueves, el embajador (retirado) Vicente Berasategui presentó en el CARI su libro “Malvinas y Conflicto armado, comentarios a la historia oficial británica”, en los que rebate punto por punto varios de los presupuestos intencionados de Freedman . Por ejemplo, Berasategui logra demostrar que los británicos nunca tuvieron real voluntad de negociar las islas cuando los dos países exploraron sin éxito varias iniciativas antes del ‘82.
Con todo, no dejó de llamar la atención en la presentación del jueves algo muy argentino, que hasta podría ser parte de esos “errores” que menciona Berasategui cuando subraya la falta aquí de continuidad en las políticas de Estado: ningún funcionario del Gobierno se hizo presente en esta convocatoria , salvo la embajador Susana Ruiz Cerrutti quien, en su discreta aparición, lucía más interesada a nivel personal que como enviada oficial. Un hecho por demás grave, si se piensa que jamás desde 2005 el Gobierno u organización privada elaboró un respuesta oficial al informe de Freedman, que sí fue para el Reino Unido una cuestión de Estado.
Pues bien, el jueves, el embajador (retirado) Vicente Berasategui presentó en el CARI su libro “Malvinas y Conflicto armado, comentarios a la historia oficial británica”, en los que rebate punto por punto varios de los presupuestos intencionados de Freedman . Por ejemplo, Berasategui logra demostrar que los británicos nunca tuvieron real voluntad de negociar las islas cuando los dos países exploraron sin éxito varias iniciativas antes del ‘82.
Con todo, no dejó de llamar la atención en la presentación del jueves algo muy argentino, que hasta podría ser parte de esos “errores” que menciona Berasategui cuando subraya la falta aquí de continuidad en las políticas de Estado: ningún funcionario del Gobierno se hizo presente en esta convocatoria , salvo la embajador Susana Ruiz Cerrutti quien, en su discreta aparición, lucía más interesada a nivel personal que como enviada oficial. Un hecho por demás grave, si se piensa que jamás desde 2005 el Gobierno u organización privada elaboró un respuesta oficial al informe de Freedman, que sí fue para el Reino Unido una cuestión de Estado.
